Alejandro. Su casa. Irme. Vivir con el. Apuesta. ¡Hasta que le de la gana!
¡Demonios!
¡¿A quién carajos se le ocurrió apostar?!
[Ahhh... A ti]
{Mierda}
El ojiazul me mira divertido con una ceja enarcada. Lo asesino con la mirada pero no cede. Yuri retiene la carcajada, esto ya no me causa gracia, trago grueso, no puedo rebajarme, no lo haré. Tengo que ganar las dos partidas y así me salvare de irme con el. En la situación que me encuentro, Alejandro no es una opción. Con Takeshi y Julio por fuera de la ciudad los mantendrá alejados de cualquier peligro y a Ania le dare vacaciones enviándola con su familia a Texas. Listo, problema resuelto, ahora la apuesta que tengo que ganar pero ¡ya!
- Trato. - Alejandro levanta ambas cejas al igual que el rubio. No esperaban esa reacción de mi.
- Tiene que haber un truco.
- No lo hay. - le aseguró al pelinegro.
- No te creo. - ríe con nerviosismo - Por lo menos tienes que insultarme.
- Me lo reserve para después.
Encojo mis hombros restándole importancia. El ríe.
- Que fácil. - habla Yuri en ruso.
Me lleva el demonio, otra vez.
- Esta mujer tiene más trucos de los que te imaginas amigo. - le responde Alejandro en el mismo idioma. Necesito con urgencia un curso de ruso - Lista.
- Uí. - respondo que si en francés.
Alejandro me mira asombrado, Yuri me mira ojipatico. Yo sonrío con malicia. Pobres.
Comenzamos la primera ronda. Doy todo de mi, golpeo cada bola, no le presto atención a lo que sea que dice Yuri en ruso cada vez que logró meter una o más bolas en un hoyo. Pasados treinta minutos, quedan solamente dos bolas, la cinco y la dos. Voy ganando, eso es bueno, solo me faltaría la otra ronda. Alejandro golpea la bola cinco, pero es tan fuerte el golpe que la bola blanca sigue rodando y cae en un hoyo.
Pierde. Gano.
Celebro como una niña pequeña a la que le acaban de dar un regalo.
- No cantes victoria tan pronto. - me dice Alejandro.
Segunda ronda.
Yuri está de arbitro asegurándose que sea juego limpio. Alejandro da, Alejandro sigue, doy yo, sigue el ojiazul, vuelve a seguir el. Demonios. Trato de concentrarme pero el me lo pone difícil, no piensa dejarme ganar y no pienso dejárselo a el, así que le doy batalla. En esta ronda, el tiempo se extiende más que la otra, ninguno quiere perder, no vamos a dar el brazo a torcer, Yuri observa emocionado las bolas ir de un lado a otro esperando al ganador.
Después de casi una hora de juego el ultimo tiro depende del ojiazul. Si la golpea muy fuerte y bola blanca cae también el pierde y yo gano, pero si la golpea bien y solamente la bola que queda entra en el hoyo, quedamos empatados. Eso no me está permitido. No. Alejandro se coloca en una posición cómoda para realizar su tiro y yo me estoy comiendo las uñas con Yuri.
Por favor, por favor, por favor.
Golpea.
Por favor, por favor, por favor.
Avanzan.
No, no, no, no.
Entra la bola tres y la blanca baila en la orilla del hoyo.
Cae, cae, cae, cae.
Pero no.
La muy ella, se regresa un poco por impulso de un muerto sera, impidiéndole caer en el hoyo. Oficialmente hemos empatado.
¡Me lleva!
Alejandro me mira divertido, yo lo fulmino con la mirada. Y lo peor de todo es que no puedo romper la apuesta, ya que el cumplió con la suya la otra vez que apostamos.
- No voy a dormir en tu habitación. - lo señalo con mi dedo índice. El alza las manos con un trago en la derecha.
- Lo que tu digas preciosa. - sonríe orgulloso.
- Quiero mi habitación propia.
- La tendrás. - me asegura.
- Y seguiré trabajando en mi oficina.
- Con respecto a eso, podrás tener un chofer.
Se sienta en el sofá con Yuri.
- No quiero chofer, estoy bien con mi auto. - digo con los puños apretados a los lados de mi cuerpo.
- En ese caso tendrás un guardaespaldas. No me voy a arriesgar a que alguien por allí quiera matarte.
- No...
- Y no me mientas. Porque se que lo que paso en tu oficina no fue un robo o un simple tiroteo. - me interrumpe señalando me para reprender me. Bufo y me cruzo de brazos.
- Bien, pero yo lo escojo.
- De acuerdo. ¿Quién?
- Robert.
Se queda callado un momento, lo piensa.
- Perfecto.
- Y con respecto a ti...
Me acerco al sofá.
- Cada que salga, te diré a donde voy y con quien. Lo se. - rueda los ojos.
- No. - lo bajo de su nube - Cada vez que quedes con una mujer me diras donde y con quien estarás. Si no la conozco, me la describes. El resto lo decido yo. Si sales o no.
Yuri silba asombrado. Alejandro no va a engañarme fácilmente.
- Merd. - maldice en francés.
- Así son las apuestas cariño. - tomo mi coctel de la mesa - Yo en tu casa y tu a mi mando.
- Uhhhhhhh. - se ríe el rubio mirando lo burlon.
- Déjame decirte que en cuanto se vallan Takeshi y Julio tendrás que venirte conmigo.
Lo miro incrédula. ¿De verdad? Si Lee llega mañana tendrán que partir dos días después. Repito, me lleva.
- Bien.
Miro la hora en mi móvil. Las 2:20am, ya tengo que irme, es muy tarde y mañana hay trabajo. Le informo al pelinegro que ya me retiro y el se ofrece a acompañarme a la salida. Acepto. Quedamos en vernos en el aeropuerto para recojer a Lee al medio día, antes de irme le advierto que ninguna mujer cerca y rueda los ojos fastidió. Me asegura que no tendrá a ninguna mujer cerca pidiendo me que me vaya tranquila y sin mucha tardanza. Agradezco que se preocupe por mi, es lindo.
Llego a casa veinte minutos después y le envío un mensaje diciéndole que no he muerto todavía. El me envía un corazón deseando me dulces sueños. Boba, así me siento por esa pequeña bola roja en la pantalla cada vez que la envía. Un nuevo mensaje llega, es de el y dice... "Te quiero" Ya se me subió el alcohol a la cabeza, mejor me duermo.
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Bueno mis amores, creo que nos mudaremos a una mansión. 😆
Estrellita y comentario quien se viene a vivir a la mansión con Alejandro. 😍😋
Los amo ❤
Besos😘
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Black & White
ActionDos almas muy similares, pero que pertenecen a mundos totalmente distintos. En el todo grita peligro, pero eso a ella no le importa. Los dos se niegan a tener algo que ver con el amor, aunque al encontrarse todo cambia, miles de sensaciones indescri...