Cap58

120 23 2
                                    


Voy directo a la ducha. Escucho la risa de Alejandro. La noche en el orfanato fue más que especial, pero los niños agotan. ¿De dónde sacan tanta energía? Me doy un baño y cuando termino salgo por mi pijama. Me pongo unas pantys y mi blusón. Salto a la cama mientras escucho la regadera, Alejandro está tomando una ducha, miro el anillo en mi dedo, no he apartado los ojos de el en todo el camino a casa. Es precioso, me encanta la forma de corazón que tiene la esmeralda, el aro con diseños delicados, bordes limpios y exactos. Simplemente hermoso.

- Si sigues mirándolo así, lo vas a romper.

Miro al frente encontrándome con algo digno de fotografíar. La toalla le cubre solamente medio cuerpo, dejando a la vista su torso con algunas gotitas de agua que resbalan, su cabello está mojado luciendo más oscuro y sus ojos me miran burlonamente mientras se seca sonriente con una toalla. Siento mis mejillas rojas y me cubro de pies a cabeza con la sábana.

Escucho su risa.

«Maldito egocéntrico»

«Parezco una adolescente por Dios. Mackenci reacciona, no te dejes vencer por el monumento que tienes por comprometido y futuro marido»

¡Mi comprometido!

[Modo celoso activo]

{Paranoica}

[Pero...]

{Mute}

...

Mejor.

La cama frente a mi se hunde y la sabana desaparece en segundos. Alejandro me mira con una sonrisa, se acerca y deja un suave beso en mis labios. Toma mi mano donde esta el anillo y deja un beso en el.

- Mi reina.

Susurra cerca de mi piel y me mira. Joder me siento en uno de los libros que leo.

- ¿Mañana tienes que ir a algún lado? - pregunto recostando me en la cama. El niega y se acuesta a mi lado, nos cubre con las sábanas y pasa un brazo por debajo de mi cabeza.

- ¿Y la pregunta a que va? - susurra en mis sienes.

- Quiero que te quedes un rato más conmigo por la mañana. - digo en un puchero.

- Lo que tu quieras mi amor. - besa mi frente atrayendo me más hacia su cuerpo.

Escondo mi rostro en su cuello, aspiro su aroma. Me encanta. Rio cuando minutos después lo escucho roncar, está cansado, lo niños lo agotaron. Paso un rato más despierta hasta que caigo en los brazos de Morfeo.

[...]

Me remuevo en la cama incómoda. Joder se me olvido cerrar las cortinas. Sin importarme la mano de Alejandro, giro quedando de lado, me acerco a su cuerpo y lo utilizo como escudo humano. Su mano tantea mi cuerpo, y gruñe al no poder meterla bajo mi blusón, por lo tanto, toma mi pierna y la sube a su cadera.

Escucho tres golpes en la puerta y gruño por lo bajo.

¿Qué acaso uno no puede dormir tranquilo?

- ¡Alejandro despierta! - reconozco la voz de Axel al otro lado de la puerta.

Entre gruñidos y maldiciones, el cálido cuerpo de mi prometido se levanta de mi lado. Suelto un puchero.

- ¿Qué coño quieres Axel? - escucho que le dice en un tono molesto.

- Tenemos problemas Alejandro y es con... - no logro escuchar lo ultimo ya que lo convierte en un susurro.

Alejandro maldice en Ruso. Frunzo el ceño sin abrir los ojos, escucho la puerta cerrarse, luego escucho la puerta del baño. Me calmo y vuelvo a dormir plácidamente.

Black & White Donde viven las historias. Descúbrelo ahora