Black & White

Julio

Al otro día me levanto a las cinco de la mañana y voy directo a la sala de ejercicios. Será sábado pero no me importa, normalmente me lo tomo de descanso para levantarme a las siete, más tardar ocho, pero anoche no he podido dormir. Y no. No es por el maravilloso especimen de ojos azules, cabello negro azabache y torso perfecto.

Si mis amores, le vi el torso, sin negar, esta bueno. Y no, por favor controlen su cabecita alocada, recuerden y repitan. Mente sana como manzana.

Después que la pareja se fuera, Alejandro y yo nos dedicamos a volver, pero como el niño tenía la polera sucia decidió cambiarse la ¡En frente de mi! Al llegar a la camioneta y yo estar en mi asiento bien cómoda con mis zapatillas puestas, el "Rey de las nieves" "Don cuerpo perfecto" se quito la polera sucia; subió a su asiento y se extendió para llegar a la guantera que estaba enfrente se mi para sacar una polera negra y ponérsela. Que cosas le pasan a uno ¿no?

Ahs, que cosas. Pero eso no fue la causa de mi falta de sueño, sino es que mi queridísima amiga Rebeca.- noten el sarcasmo, porque de amigas tenemos solamente el instinto asesino que queremos probar una en la otra - Me llamó a las dos de la madrugada para que la contactara con Alí, un socio Venezolano que controla las oficinas de allá para que le informará de su vuelo para ir a visitarlo por tema de negocios. ¡Ja! Menuda lagarta de dos patas es lo que es, Alí y ella mantienen una "relación" Lo puse entre comillas ya que eso no es lo que tienen. Resulta que la muy... ¡Ella! Lo engaña con un abogado. ¡Su abogado!

Y la razón por la cual me pongo así es porque Alí es un buen amigo mío y esa, quiere dejarlo en la calle, en la ruina. Por eso lo envié a Venezuela, lo sé, lo sé. No es mi asunto y no debo meterme, pero solo le abrí los ojos a un mundo nuevo, he oído que las venezolanas son las mejores y muy bonitas, quizás podría hasta olvidar a la muñeca de silicona.

Bajo de la caminadora hacha un desastre, toda mi ropa esta empapada, mi cabello despeinado y mi respiración hace parecer que tuviera asma. Acercándome a la mesa que tengo a un lado, tomo de mi botellita de agua y procedo a hacer unos abdominales. Poco después son sentadillas, lagartijas y termino con algunos ejercicios de brazos.

Rutina de ejercicios. ¡Listo!

Salgo de la sala de ejercicios y me dirijo a la cocina, miro la hora en mi teléfono 6:10am. ¡Valla! Se me paso la hora. Rápidamente me preparo algo de desayunar, cereal de frutas, leche, y un poco de chocolate no hará mal. ¿Qué? Yo no hago dieta; bien por mi.

Termino de desayunar a las 6:25am, así que voy directo a mi habitación, tomo una ducha me coloco unos shorts y una camiseta, dejo mi cabello mojado sin peinar, - se que arderá Troya cuando lo cepille -  y, voy rumbo a mi lugar feliz.

¡BIBLIOTECA! Sin ella no puedo vivir. Entro en el espacioso universo de libros acercándome directamente a una ventana donde esta mi sofá y mi libro esperándome, pero antes de que me pudiera poner comoda, el santo timbre suena. Miro la hora, 7:35am. ¿Quién llama a esas horas de la mañana en un sábado?

[El que quiere]

{¡Tu te callas!}

Salgo de la biblioteca y bajo las escaleras de dos en dos lo mas rápido que puedo, de seguro es Ania que se le habrán olvidado las llaves en casa. Llego a la puerta y la abro sin pensar en mis fachas, gran error.

- Lindos shorts.

Si es lo primero que recibo, miro directamente al hombre que esta parado frente a mi, piel blanca, alto, cabello castaño desordenado, ojos color miel, jeans desgastados, polera azul, tenis casuales y chaleco de cuero negro. Ese, es Julio. Un gran amigo mió al que considero como un hermano, es el único que sabe todo mi pasado y también es el único hombre que no se ha propasado conmigo, sin nombrar al especimen de ojos azules.