Como era de esperarse apenas llegó Alejandro a la casa, recibí un regaño y mis brownies me salvaron. Al igual que mi cara de perrito regañado. Pasan unos días más y me quitan todo lo que tengo en el pie, Connor lo mueve de un lado al otro, me pide que lo apoye y no duele, por lo tanto, en poco tiempo vuelvo a correr por el jardín con Alejandro y Axel a mis espaldas. Antes de irse, Connor pide un momento a solas conmigo y se lo consedo, me entrega la tarjeta de un amigo suyo que me ayudara con mi problema, la acepto, de verdad necesito volver a terapia.Mis postres causaron sensación en la casa, Alejandro los come con gusto y nana lo ve feliz, la curiosidad me invade, quiero saber porque no comía ningún tipo de dulce antes y desde que llegue comenzó a probarlos de nuevo.
Llevo dando vueltas en mi cama sin poder consolar el sueño por darle vueltas al asunto, más juntando las preguntas que tengo por hacerle al ojiazul. Termino por hartarme, miro el reloj en la mesita de noche y marca las 2:15am.
«Necesito salir de aquí»
Salgo de la cama y de mi habitación con un camisón que llega unos centímetros debajo de mis glúteos, es muy temprano para alguien ande despierto.
Con cuidado bajo las escaleras para dirigirme a la cocina. Entro y voy directo a los gabinetes donde están los vasos, tomo uno y saco la leche del refrigerador. Esto lo aprendí de Luz, tomar leche para dormir siempre ayuda. Cuando termino de vertir el liquido blanco en el vaso dejó la jarra de vuelta en su lugar y voy por mi vaso, pero una mano cubre mi boca.
«Hay santo. Me encontraron, voy a morir, este es mi fin, ahora si... Adiós Mackenci»
No se si el que este detrás de mi tiene alguna arma y si hago un movimiento, termine siendo historia. Trate de mantener la calma, pero mi pobre, lindo, cálido y azucarado corazoncito que no le ha hecho nada a nadie parece querer salir de mi pecho. Una mano de dezliza por mi brazo delicadamente hasta llegar a mi mano, luego se deslizó hacia arriba por mi muslo levantando un poco mi camisón.
Solo a mi se me ocurre ponerme esto y salir sin bata.
«Grandicima idiota»
Sentí una respiración cerca de mi oído, me congelo, tiemblo.
- Preciosa tienes que aprender a defenderte en estas situaciones.
Un momento.
Me zafo de su agarre y me volteo. Hay está, con esa sonrisa de idiota que le queda perfectamente bien.
- ¡Alejandro te voy a matar! - digo furiosa golpeandolo - Eres un idiota.
- Hey, hey, controla esa boquita. - me toma de las muñecas sin mucha fuerza.
- ¡Mi boca, ni leches! - suelto su agarre - ¡Es que solo a ti se te acurre hacerme esto!
Volví a golpearlo y el solo se carcajeaba.
- ¡¿Me quieren explicar que es todo este escándalo?!
Demandó Axel encendiendo la luz con su arma en la mano para ponerle otra vez el seguro. Ya me acostumbre a verlos con ellas, hasta me han llevado al club de tiro al que asisten.
- Nada. Solo que a tu lindo hermanito se le ocurrió la grandicima, e hija de... - respiro profundo - Idea. De asustarme haciéndome creer que me secuestraban.
Si consideraba a Axel mi salvador, pues ya no. En vez de ayudarme, se echo a reír a carcajadas fuertes y a el se le unió Alejandro, claro.
- ¿Se la creyó? - le preguntó su hermano entre risas.
- Cayó redondita. - aseguro el ojiazul.
Los mire furiosa a ambos. Si antes estaba molesta por no poder dormir, ahora estoy molesta por su estupidez.
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Black & White
ActionDos almas muy similares, pero que pertenecen a mundos totalmente distintos. En el todo grita peligro, pero eso a ella no le importa. Los dos se niegan a tener algo que ver con el amor, aunque al encontrarse todo cambia, miles de sensaciones indescri...