Asesino

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Cierro la puerta de mi habitación, retrocedo lentamente hasta que la parte trasera de mis rodillas toca la cama. Me siento en el borde lentamente, asimilando lo que acaba de pasar, he besado a Alejandro.

- Esto es imposible. - me sostengo la frente sin salir de mi shock.

[No lo es. ¿Quieres qué te muestre las imágenes?]

Pasado un rato decido bajar, no me voy a esconder en mi habitación por un beso, además, los dos lo queríamos. ¿No es así? Limpio la cocina, guardo las galletas en el recipiente que le corresponden y coloco en un plato. Miro a mi alrededor, la escena del beso se repite en mi cabeza y por lo tanto, decido salir de allí con dos vasos de leche.

- Hola. - saludo al rubio cuando entro en el salón.

- Hola. - me sonríe - ¿Estas bien?

Asiento. Dejo el plato con galletas en la mesita y le alargo un vaso a el para después sentarme en el suelo.

- ¿Qué ha pasado? - pregunta mordiendo una galleta.

- No lo sé.

Digo apoyando el codo en la mesa y mi cabeza en mi puño.

- Lindura. - lo miro - Se que tu y el sienten algo el uno por el otro. - dice refiriéndose a Alejandro y a mi.

- No puedo Axel.

- ¿Por qué te niegas tanto?

Masculló sentándose también en el suelo.

- Es complicado.

- ¿Qué tanto? - me mira con el ceño levemente fruncido.

- Mucho. Tanto que hay veces en que puedo tener una piqué de nervios o de pánico. - sus labios forman una línea - Pero tranquilo, es algo que puedo controlar sin pastillas.

- ¿Segura?

Me mira no muy convencido. Asiento.

- ¿Y Alejandro? - me atrevo a preguntar.

- En su despacho. Otra vez.

Vuelvo asentir. No digo más, esa noche, ceno en mi habitación y Alejandro no sale de su despacho. No voy a la biblioteca y entrada la madrugada me duermo después de dar vueltas en la cama.

Al otro día, me levanto decidida. Después de pensarlo por lo menos unas tres horas antes de levantarme, decido que es hora de dejar las cosas en claro. Salgo de mi habitación a las diez de la mañana, bajo las escaleras y no encuentro a nadie, solo al personal de limpieza, busco en toda la casa. De los veinte guardias que estaban en el jardín delantero solo hay diez. Robert no está, al igual que Axel, y atreviendo me a todo, busco al ojiazul en su despacho, pero tampoco está. Voy a la cocina y a la única que encuentro allí, es a nana.

- Nana, ¿dónde están Alejandro y Axel? Los busque en toda la casa pero no los encuentro.

- Alejandro debe estar en el jardín cariño, en el privado. Siempre va allí cuando no desayuna aquí. - responde sin voltearse - Y Axel salió.

- Gracias nana.

Salgo de la cocina y me voy al jardín. Ese lugar que me dice nana es un pequeño espacio con paredes de arbustos de al menos miden tres metros, están floreados por pequeñas florecitas azules llamadas "No me Olvides" y en el centro tiene una mesa para cuatro personas. Camino, está haciendo bastante frío aquí afuera, cruzo el pequeño laberinto que me llega hasta la cintura y paso viendo los peces por la fuente térmica. Veo el jardín, troto hasta allí pero al acercarme oigo voces, disminuyo el paso. Frunzo el ceño. Me acerco sigilosamente y veo por el filo de la entrada, los diez hombres que faltan están en un circulo, apuntan con sus armas a alguien, pero no sé quien, me acomodo mejor y veo que es... ¿Owen? ¿Pero que diablos? En medio del circulo está Alejandro. Tiene una posición de poder y que da miedo, detrás de un muy golpeado Owen esta Robert, sujetándolo de los hombros, sus manos están atadas a su espalda.

¿Qué es esto?

- Quiero que me digas, ¿quién, es tu jefe? - pide pausadamente el pelinegro bajando se a la altura de la cara del hombre. Este mueve la cabeza divertido, y le escupe en la cara...¡Sangre!

Ríe como el propio maniático.

Alejandro se limpia con un pañuelo, lo mira con odio y cuando pienso que va a retirarse, se da vuelta y le planta un puñetazo en la cara que lo tira al suelo.

Cubro mi boca para retener el grito que amenaza con salir de mi garganta.

Agita levemente su mano enfundada en un guante de cuero. Robert levanta bruscamente al hombre y lo deja en la misma posición, Alejandro le planta otro golpe, pero ahora en la otra mejilla. Antes que Robert lo levante, el lo toma de la camisa.

- ¿Cómo no hables ahora vas a lamentar lo imbécil? - ríe. El pelinegro lo suelta de golpe.

- ¿Enserio crees que te tengo miedo? - dice incorporándose de rodillas.

- Deberías. - se para Alejandro frente a el - Hagamos algo Aarón. - ¿Aarón? ¿Quién es Aarón? ¿Quién diablos es Alejandro? El ojiazul toma una silla que le extiende un hombre y se sienta frente a el -  Tu me dices para quien trabajas y yo te dejo ir. ¿Qué dices?

El tal Aarón suelta una carcajada.

- Conozco ese juego Cox. Sueltas al ratón y luego mandas al gato. Así que. Mmmmm. No.

Alejandro suspira, trata de mantener la calma pero ya no puede, lo sé por como sus nudillos están blancos de la presión que hace al cerrar los puños.

-  Tu lo has dicho. - se levanta de su asiento, quita la silla y de un movimiento, saca un arma de su cintura y lo apunta directo a la cabeza. Abro los ojos a más no poder  - Última oportunidad Aarón. ¿Quién es tu jefe? - demanda pausadamente.

- Que te den. -  sonríe victorioso.

- Adiós Aarón. - y sin más, aprieta el gatillo.

Callo mi grito con ambas manos en mi boca pero no es suficiente, varias lágrimas salen de mis ojos, me derrumbo cayendo de rodillas provocando un ruido.

- ¿Mackenci?

Levanto mi vista. Alejandro me ve, me ha visto. Sabe que vi lo que hizo. Antes que pueda acercarse, me levanto y corro. Corro sin mirar atrás, corro sin prestarle atención a sus llamados. Entro a la casa sin darme cuanta de nana, subo las escaleras y sin más, me encierro en la habitación bajo llave.

- ¡Mackenci! - toca la puerta desesparadamente - Mac abre la puerta.

- ¡Déjame! - tiro de mis cabellos cayendo en la alfombra de rodillas.

- Mac. Preciosa, por favor. Déjame entrar, hablemos. - pide pausadamente.

- No, no. Vete, déjame. - murmuro.

- Preciosa, ábreme. No es lo que tu crees, déjame expli...

- ¡¿Explicarme que?! - vocifero - ¡¿Qué es eres un maldito asesino?!

************

A la mierda tilin!!!
😱😱😱😱😱😱😱😱

Se prendió esta vaina.

No me maten!

Poco a poco Mackenci va descubriendo la verdad sobre Alejandro. ¿Creen que después de saber todo se quedara con el? ¿O se ira para no volver jamás? Déjenme sus comentarios con respecto a ello.

Gracias por leer y su apoyo ☺

Los reamo❤❤❤❤❤❤❤

No se olviden de dejarme su estrellita ⭐✨

Besos 😘

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