Alejandro
- El plan consiste en lo siguiente. - señalo el mapa de la mansión - Rodearemos el perimetro por completo e iremos eliminando los guardias uno a uno silenciosamente. No quiero nada de ruido ya que eso podría alertar a todos y poner en peligro a Mackenci. El equipo dos irá por la puerta trasera, entraran por la cocina y van a interceptar a todos lo que estén allí, dejándole el paso libre el equipo uno que irá con nosotros. - generalizo refiriéndome a Robert, Axel y a mi - Al estar dentro, el equipo tres que consta de los francotiradores, va a posicionarse en las ventanas, estarán al tanto de algún movimiento extraño. Y el cuatro se mantendrá alrededor del lugar, no a una distancia mayor de diez metros. No quiero a nadie lejos de nadie, permanezcan juntos y por nada del mundo ataquen solos. Los demás revisaremos adentro. Luego desalojamos todo rápidamente, sin dejar rastro ni evidencias. Entendido. - miro al grupo de hombres armados frente a mi.
- ¡Si señor!
- Bien, vámonos. - doy dos palmadas al aire. Suelto un silbido - Los autos ¡ya!
Inmediatamente, seis camionetas cuatro puertas todo terreno de color negro, se estacionan en frente de la mansión. Bajo las escaleras guardando mi arma ya cargada en mi funda, reviso si tengo suficientes cargas, al igual que las de mi hermanito.
- ¿Porqué diablos tengo que usar chaleco? - demanda mientras ajusto la prenda sobre su ropa.
- Escúchame bien enano. - lo tomo de las mejillas - Desde el momento en que naciste, les prometí a mama y a papá protegerte y no dejar que nada te pasara, hoy no es la excepción. Además, si me pasa algo tu eres el que queda a cargo de todo esto. Por lo tanto no puedo arriesgarte.
- Eso no significa que tu vallas como blanco idiota. - me mira serio.
- El chaleco me estorba, no puedo moverme con facilidad. - me encojo de hombros - No lo necesito, puedo cuidarme sin el. - su mirada acusadora no se separa de mi. Sabe que le estoy mintiendo - Anda ven, te prometo que no me pasara nada. Sube.
Obedeciendo, sube a la camioneta y en ese pequeño lapso de tiempo que me queda, miro a la mujer de cabello canoso que baja las escaleras a paso rápido.
- ¿Y tu chaleco? - pregunta al verme sin el.
- Ya me lo pondré. - mentira.
- Más te vale. - asiento sabiendo que va enserio. No me queda de otra, me lo tendré que poner.
- Alejandro hay que irnos. - me dice Robert. Miro a la mujer que está frente a mi, tiene su mirada sombría y sus ojos están oscurecidos.
- Te prometo que la traeré a casa, de eso no dudes. - la abrazo con fuerza.
- De eso no dudo. Solo encargue se de volver todos ¿si? - me pide - Los quiero a todos en casa.
Asiento apartando me de ella.
- Así será.
Mackenci
La puerta se abre mostrando a Michael con una ropa nueva a la de antes, es negra, completamente negra y en su mano trae...
- ¿Te acuerdas de ella? - presiona el botón haciendo que la hojilla filosa salga del estuche.
Mi corazón se acelera, la respiración me falta y siento que la cicatriz en el costado de mi cuerpo arde, siento como si la herida volviera a estar abierta. Se acerca, sus pasos son lentos, escalofriantes, tanto que crean un chillido en la madera del suelo. Tiro de las cadenas, ninguna responde. Michael se acuclilla frente a mi con una sonrisa sinica, cierro mis piernas cuando intenta tocarme más allá de la falda de mi vestido, su mano libre de la navaja desaparece de mi vista, y en segundos siento un fuerte tirón en cada extremidad de mi cuerpo.
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Black & White
ActionDos almas muy similares, pero que pertenecen a mundos totalmente distintos. En el todo grita peligro, pero eso a ella no le importa. Los dos se niegan a tener algo que ver con el amor, aunque al encontrarse todo cambia, miles de sensaciones indescri...