Ya voy a cumplir un mes viviendo con Alejandro, como pasa el tiempo. ¿Saben qué es lo peor de todo? Que cada uno de esos días me basto para saber que estoy coladita por el, cada día que pasaba y no podía verlo me sentía mal, ahora entiendo a Julio cuando vino de Corea, solo que esta vez, lo que me separa de el es una maldita puerta. Se mantiene en su despacho día y noche, las pocas veces que lo he visto son cuando me quedo hasta tarde en la biblioteca y eso me estresa. Le he dicho a nana, adivinen lo que me dijo.- Velo en sus ojos.
Lindo no.
Si se preguntan por Takeshi y Julio, están bien. Hace unos días a Tak le han hecho el transplante y está en recuperación. Todo salió perfecto, gracias a Cristo, solo tardaran unos días más en regresar.
Ayer le he dicho a nana que iba a hacer galletas y me a dejado la cocina libre. Desde que Axel se entero que se hacer prácticamente de todo e invento, no dejo de insistir para que le hiciera algo y que mejor que galletitas. Ojala las de avena y chocolate queden bien, jamás las e hecho.
Hago dos mezclas distintas, ya que la de avena y chocolate tiene que quedar húmeda sino quedara seca cuando le agregue los ingredientes. Mantengo todo en orden y limpio, no quiero desastre, jamás me acostumbre a trabajar con el. Busco los cortadores de galleta donde me indicó nana y me pongo manos a la obra.
Alejandro
Reviso unos papeles en mi despacho. Como siempre, ya van a dar las cuatro de la tarde y aun no he visto a Mackenci, el problema de las entregas ya esta resuelto y tras confirmar al cien por cien que Aarón Corvus es el culpable de todo esto, le puse una orden de captura. Hace como ya una semana y media, a mi no se me escapa nadie, pero esta es una sanguijuela con dos patas y muchos millones en el bolsillo.
Mi móvil suena, lo miro. Hay no. Mierda se me ha olvidado. Cojo el aparato y descuelgo.
- ¡Hombre, pero tiempo sin saber de ti! - hablan al otro lado de la línea - Si yo no te llamo no se te ocurre decir, venga llamemos al vejete un rato para molestarlo.
Sonrío aguantando me la carcajada que quiere salir.
- Vele, disculpa. Este tiempo he tenido algunos problemillas. - me excuso.
- Si me he enterado.
- Adivino. Yuri. - me mofo.
- Ña, para que negarlo. - ríe - Me han dicho también que has llevado a la castaña a tu casa.
Rió, ay con Yuri.
- Si está aquí. - dejo el aparato a manos libres - Pero la apuesta de acabo. - sentencio con firmeza bajando la voz.
Se carcajea.
- Te has enamorado de ella cierto.
- Callado. - vuelve a reír.
- Sabía que ibas a caer mi amigo. - ay denme paciencia con este vejete - ¿Y qué hay de ella? ¿Siente lo mismo?
Niego.
- Ni idea.
Ambos permanecemos en silencio un buen rato, eso nos sirve para pensar. Ya esto de los silencios largos nos es normal.
- Tengo una idea. - responde después de un rato - Seguiremos con lo planeado, la cena se hará como una presentación, quiero conocer a la futura señora Cox. - se burla - No habra nada de apuestas.
Lo pienso, la verdad es buena idea.
- De acuerdo. Les avisaré con respecto a ello, puede ser que mañana.
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Black & White
ActionDos almas muy similares, pero que pertenecen a mundos totalmente distintos. En el todo grita peligro, pero eso a ella no le importa. Los dos se niegan a tener algo que ver con el amor, aunque al encontrarse todo cambia, miles de sensaciones indescri...