XXVI

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Desde la noche anterior, Jisung había vuelto a su antigua rutina que consistía en no salir de la cama y pasar la noche entera despierto fingiendo estar dormido, pero Chenle no era tonto, él sabía que Jisung lloraba hasta que Morfeo decidía abrazarlo durante un par de horas.

Chenle no sabía qué más hacer, Jisung simplemente se rehusaba a abandonar las sábanas y ni Renjun ni Jeno respondían a ninguna de sus llamadas.

Quizás todo sería más sencillo si Jaemin siguiera con ellos.

Al pasar el mediodía, Chenle decidió abandonar sus tareas de la universidad para sacar a Jisung de la cama y quizás conseguir que comiera algo, pues llevaba todo el día en ayunas.

— Jisung, por favor, ya despierta. —lo llamó mientras se acercaba al borde de la cama— ¿Quieres que te prepare el desayuno, amor?

Chenle observó a Jisung removerse entre las sábanas y  salir  de ellas, lo observó sentarse sobre el colchón y al segundo siguiente su novio lo miró con los ojos por completo hinchados, una mirada vacía pero llena de dolor.

— ¿Huevos, hot cakes, ramen? —Ofreció.

Jisung se frotó la cara con ambas manos y suspiró, de nuevo tenía migraña.

— Lo que sea está bien, Lele. —Sonrió débil hacia Chenle.

— De acuerdo, toma un baño y baja para comer. —Ordenó antes de salir de la habitación.

Sin más remedio, Jisung salió de la cama y tomó una ducha que no logró llevarse los sentimientos de culpa, frustración y miedo que llenaban su ser por completo. Una vez terminó de vestirse, bajó cada escalón con lentitud mientras meditaba de qué manera podría decirle la verdad a Chenle sin romperle el corazón con ello.

Antes de que pudiera decir una sola palabra, Chenle recibió una llamada.

— ¡Renjun, te he estado llamando! A ti y a Jeno, ¡pero ninguno responde a mis llamadas! —frunció el ceño, cambiando su semblante molesto a uno preocupado— ¿Estás bien, Ren? Te escucho alterado.

Jisung observó a Chenle tomar asiento en el amplio sofá, haciéndole señas para que fuera junto a él.

— Ren, cálmate, está bien. —intentó calmar al otro a través de la línea— Sólo dilo, estaré bien, Jisung está conmigo.

De un segundo a otro, los ojos de Chenle estaban repletos de lágrimas.

— ¿Qué? —cuestionó incrédulo— No, no, eso no puede ser, yo lo llamé hace dos días, y se escuchaba muy bien… —ahogó sus sollozos con la palma de su mano— Lo lamento mucho, Ren, en verdad lo lamento.

Sin más, Renjun cortó la llamada y Chenle por fin se echó a llorar entre los brazos de su novio.

— Jeno murió, Jisung. —Habló.

Jisung enmudeció.

— Renjun fue a su departamento a llevarle unas cosas, y encontró a la policía y una ambulancia afuera del edificio. —explicó— Él se suicidó.

Jisung pudo sentir su corazón romperse al ver a Chenle en ese estado.

— Si tan sólo hubiéramos sabido… —lloriqueó— Podríamos haberlo ayudado.

Jisung supo que era momento de decir la verdad.

— Yo lo sabía. —Admitió Jisung poniéndose de pie.

— ¿Qué dijiste?

— Que lo sabía. —repitió— Desde el funeral de Jaemin, él me lo dijo.

Chenle juntó ambas cejas en un semblante molesto.

De palabras y versos | nct dream Donde viven las historias. Descúbrelo ahora