Capítulo 5.

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5. Carl Smith


Después de todo lo que ocurrió con Jaison, me llevó de vuelta a mi casa y luego se fue. Presentía que mamá sabía sobre mi salida nocturna, pues había estado actuando muy extraña estos días. Había estado más atenta a mi, brindandome más atención y cariño.

Aún así, las cosas solo fueron empeorando:

Mi madre y su noviecito, Carl, se volvieron muy cercanos, demasiado; las cosas con Jaison tampoco mejoraron, pues insistía mucho en quedar y yo siempre me negaba; extrañaba demasiado a mi padre y algo extraño comenzó a suceder en la ciudad. Para mí, todo era un desastre, pues no sabía ni cómo organizarme, no sabía qué hacer con Jaison, no sabía qué hacer con mamá y Carl, no sabía nada. Mi vida se estaba recargando de mucho drama, tensión, y presión.

Mi celular vibró fuertemente
—siempre lo hacía—, lo agarré y leí que era un mensaje de Emma.

Conversación de WhatsApp

Emma: Hola Sheila, como estás?!!!

Yo: Hola Emm. Estoy muy mal, ya no sé ni q pensar

Emma: Pensar sobre qué?

Yo: Sobre todo esto, sobre Jaison, sobre mis padres, ya sabes

Emma: Tu sólo tranquilizate, relájate un poco, descansa!!

Yo: Ojalá poder

Emma: Y puedes hacerlo

Yo: Esq Jai...

Emma: El Q?

Yo: Él me está pidiendo quedar hoy
por la noche  y yo no puedo.

Emma: Ay nooo, que feo debe sentirse eso:(

Yo: Qué me recomiendas?!

Emma: Q te alejes de él, él es un puto loco, tu solo ten cuidado^^

Yo: Jajaja, te crees q no sé eso!? , bueno, mi madre me llama para cenar bye <3

Emma: Tq, cuídate

Yo: =

Y con eso, terminamos nuestra conversación. Dejé el móvil en el borde de la cama y nada más hacerlo me dejé caer sobre la cama. Numerosos pensamientos comenzaron a indagar mi mente; ¿Y si Emma tenía razón y solo necesitaba relajarme un poco?

Mamá entró en mi habitación, me observó por unos segundos y habló;

—Cielo, la cena ya está en la mesa. Baja a cenar —ordenó en un tono cálido y salió de la misma.

Obedecí, mi estómago también estaba rogando por comida.

Salí de mi habitación y fui bajando las escaleras cuando noté que mamá estaba hablando con alguien; al parecer teníamos visita y ella ni siquiera se molestó en decirme. Llegué al borde de las escaleras y pude detallar a un hombre sentado en la cabeza de la mesa, frente a mi madre, que aparentaba unos cuarenta y pico e iba en un traje azul, con una corbata negra, y su cabello bien peinado hacia atrás, de una forma elegante y muy bien vista. Tenía una forma muy atractiva. Su traje apretaba sus brazos y su pecho, en los lugares indicados; parecía un modelo sacado de Clavin Klein.

Manos Ensangrentadas © (COMPLETA✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora