Capítulo 7.

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7. Asesino Suelto

-Sheila, las cosas no van a mejorar porque tú quieras -me decía mi madre mientras se escuchaba cómo cortaba la carne en pedazos grandes.

-Pero mamá, ese loco ya ha matado a dos chicas inocentes y tú quieres que me quede en casa, tranquila, sin hacer nada, mientras ese loco siga asesinando personas.

-Cariño, dime una cosa, -mamá hizo una pausa, dejando de cortar la carne y volteando para mirarme-: ¿Qué madre deja que su hija se vaya en busca de un asesino? -se acercó a mi-, y además, ¿Qué puedes hacer tú para detener esto?

Suspiré, resignada. Llevaba media hora conversando con mamá, sin éxito.

-Mejor déjalo, es imposible debatir contigo mamá -mi madre se rió.

-Venga, animate, que pronto Akos llega a la ciudad.

Akos era mi primo. Tenía amigos peligrosos, gente de calle y realmente mala. En su última visita supe que hacía negocios por las calles, vendiendo sustancias extrañas a cambio de grandes cifras de cero. Así que, tener a Akos sólo hacia que me inquietara. Él realmente era peligroso y malvado y mi madre desconocía todo esto.

-¿Por qué? -la observé, cansada-. Solo verá todo el desastre que hay en la cuidad -me hinqué hacia atrás. Mi madre seguía cortando la carne, hasta que de la nada pareció recordar;

-Ay, se me olvidó decirte.

-¿Decirme qué, mamá?

-Tenemos visita.

No me sorprendió, ya me esperaba su visita. Mamá no había parado de hablar con él por teléfono.

-Déjame adivinar, ¿Carl? -dije, volteando los ojos.

-Lo has clavado, nena -respondió de forma graciosa.

Bufé.

-¿Qué ocurre? ¿Aún no te agrada? -preguntó ella, como si aún no se lo creyera.

Carl no parecía ni taaan malvado, pero el problema era que él era el remplazo de mi padre, Max, y eso no me lo iba a tomar nada bien.

-Mamá, no me siento muy cómoda con Carl.

-¿A qué te refieres? -ella dejó de cortar la carne y se sentó junto a mi, alarmada.

-Él me mira mucho y, yo pues, ya sabes, me siento amenazada.

-Cariño, Carl sentirá curiosidad por tí, por su futura hija, y no te deberías de sentir amenazada, él no es ningún extraño. Ya verás cómo os empezáis a llevar mejor.

-¿Acabas de decir futura hija?

-Emmm, ¿qué? Ya ni me acuerdo qué es lo que he dicho -sabía que estaba mintiendo.

El timbre de la casa sonó, salvando a mamá del interrogatorio que le iba a dar.

Ella se dirigió, casi volando, hacia la puerta.

Observé desde el rabillo del ojo para encontrarme una mirada oscura, una sonrisa pícara en su rostro, su cabello rubio desordenado, unas cuantas tiritas en el rostro. Vestía tan cani como siempre.

Manos Ensangrentadas © (COMPLETA✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora