Capítulo 17.

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17. El USB


-¡Sheila! -gritó mamá nada más sus ojos se encontraron con los míos. Yo estaba detrás de la puerta, intentado procesar todo lo escuchado. -Querida, déjame explicarte desde cero, verás...

Carl la detuvo, acercándose a mi. Lo siguiente pasó rápido: Carl me envolvió en un cálido abrazo.

-¿Quién es? -pregunté con un nudo formado en mi garganta, no pude evitar que mis ojos se cristalizaran.

Su abrazo se debilitó, hasta que se alejó de mí.

-Él es tu padre. El asesino es tu padre.

***

Abrí mis ojos: un techo blanco. Me levanté de la cama, con un fuerte dolor de cabeza. Estaba en mi habitación. Bajé a pasos pesados al salón, donde los cálidos ojos de Carl me contemplaron, de arriba a abajo.

-¿Qué ha pasado? -intenté saber.

-Hace dos horas te desmayaste, cuando te revelé la tragedia -tenia una expresión serena, haciendo que mis músculos se relajaran-. Es normal, ¿Quién no se desmaya al saber que su padre es un asesino?

Mi cuerpo se tensó.

-¡No tienes pruebas! -solté. Aún no me podía creer que mi padre hubiera asesinado a tantas personas inocentes, entre ellas, Emma. Mi mejor amiga.

-Hay una especialidad que tengo -se acercó a mí- Nunca acuso a alguien sin tener puebras en su contra. Tu padre tiene muchas.

Habían muchas cosas que no encajaban. ¿Por qué Carl no paraba de puntualizar en "tu padre"?

-¿Dónde está mi madre? -quise saber.

-En el baño -una carcajada súper sexy salió de su boca, poniéndome nerviosa-¿Qué te ocurre? No le he hecho nada-añadió, levantando los brazos en signo de paz.

-No bromees conmigo -ordené, dando un paso al frente-. Y ahora, enséñame las pruebas que tienes -mi voz sonaba firme y seria.

-Pruebas -repitió él en silencio.

Entonces, escuché la puerta del baño cerrarse. Era mi madre.

-Cariño, ya estás despierta -exclamó ella nada más me vio.

Observé a mamá de pies a cabeza: el pelo desordenado, la cara un poco hinchada, el maquillaje estropeado, la ropa arrugada y hecha un lío y un aire agitado. Creo que todos sabemos que había ocurrido aquí. ¿Acababan de tener sexo?

-¿Hola? -intenté saludar con neutralidad, para que no creyese que estaba enferma o algo así.

-Carl qué le has contado -dijo ella. Los dos se miraron intensamente. Los ojos de Carl parecían pertenecer a mi madre, y los de ella a él.

Carl se acercó a mamá, susurrando algo en su oreja.

-Oh, está bien -fue lo único que pronunció mamá antes de abandonar el salón.

-¿Qué le has dicho? ¿Y las pruebas? -tenía muchas preguntas que hacerle, pero él no parecía tener ánimos de responder.

Carl me observó por unos segundos, antes de sacar un sobre marrón de los bolsillos de su chaqueta. El sobre no tenía un tamaño exagerado, más bien, era pequeño. Parecía contener imágenes o algo así. Me lo entregó antes de añadir:

-Mira las puebras por tu propia cuenta.

Abrí el sobre con las manos temblando. Mis latidos se aceleraban a una velocidad notable. La mirada de Carl estaba clavada en mí, en mi reacción.

Manos Ensangrentadas © (COMPLETA✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora