10. Traumas
Este asesino ya llevaba asesinadas cuatro personas y cinco con mi mejor amiga. El número cinco pasó de ser mi favorito al más odiable.
Hoy ya era uno de octubre, las hojas de los árboles comenzaban a caer, sin rumbo alguno. Las calles estaban llenas de muchas de ellas. Tenían colores muy diversos y hermosos. El color que más resaltaba entre tantas hojas era, extrañamente, el rojo.
Me encontraba en la consulta de un psicólogo; mi madre pidió cita para mí, ella creía que me estaba volviendo loca, y toda la razón tenía. No me negué a ir, porque yo sabía que necesitaba esto, necesitaba hablar con alguien sobre todo lo que me estaba ocurriendo, consultar con alguien mis problemas, mis traumas.
Entró el psicólogo que me iba a ayudar con todo el caos de mi mente, y para mi sorpresa era él; el psicólogo resultó ser Jorge.
Él me sonrió amablemente, pues ya sabía, que yo, Sheila, sería su paciente.
-Buenos días -saludó, sentándose en el otro sofá que estaba al lado mía.
Le devolví el saludo, aún sorprendida.
-Entonces, dígame Sheila, ¿por qué está aquí? -chasqueó su lengua, abriendo su cuadernillo de apuntes.
-Sinceramente, no lo sé -hice una pausa y lo observé- No creo que pueda entenderme.
-Estoy aquí por una razón. -me observó, sereno- ¿Qué te parece si me lo cuentas todo? Desahogate conmigo, y cuéntamelo todo, tranquila, y sin saltarte nada, que yo no me aburro con facilidad.
-No estoy segura. No creo que puedas con todo lo que mi cerebro ha estado viviendo todos estos años.
-No te obligaré, pero tampoco quiero insistir demasiado.
Suspiré.
Tenía que enfrentar mis miedos hoy, no anteponer la fecha.
-Está bien, se lo contaré todo, pero antes prométeme una cosa -el dejó de escribir y me observó con seriedad- Prométeme que nunca le dirá a nadie lo que yo a continuación le voy a contar.
Me sonrió genuino.
-Se lo prometo -me prometió firme, y aunque dudé por unos instantes, decidí que valía la pena confiar en él y afrontar mis problemas.
-Bien, todo comenzó con Jaison, el novio de mi difunta hermana, mi hermana y Jaison fueron pareja hasta que...-Jorge me miraba muy interesado-, mi hermana se suicidó. Ella se suicidó por culpa de Jaison, a quién no le importó mucho la muerte de mi hermana, pero todo tiene una razón, y el suicidio de mi hermana también. Sé que esto es muy loco, pero aún no le he contado casi nada.
-Continúa, por favor -le asentí y seguí:
-Jaison me dijo que le gustaba yo y no mi hermana, él me estaba metiendo dentro de su juego. Mi hermana cuando supo que Jaison, su perfecto novio, la había engañado y por colmo con su propia hermana, no lo aguantó y terminó con su propia vida. Yo en cambio, no hice nada por liberarme, Jaison me chantajeo y obligó a hacer lo que hice, me obligó a ser suya, cuando yo no quería. Jaison le hizo pensar a mi pobre hermana, que se llamaba Kelly, que yo la había engañado con él. Solo le seguí la corriente, porque me chantajeo, diciéndome que terminaría con mi hermana, que estaba loca por él, si yo le decía una sola palabra. Después de un tiempo fingiendo querer a Jaison, una vez se acercó a mí, y me dijo que le gustaba, que se había enamorado de mi, pero de verdad. Y sinceramente yo también comencé a tener sentimientos reales por el, pero me sentía enferma de haberme enamorado de él, al fin y al cabo era una persona horrible. Un día, decidí contarle toda la verdad a Kelly, ella estaba flipando del shock, no sé desde cuando Jaison también estaba en mi casa cuando todo sucedió. Kelly cogió un cuchillo y acabó con su vida.
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Manos Ensangrentadas © (COMPLETA✔️)
Teen FictionSheila Johnson esconde diversos secretos, entre los cuales resaltan unos muy crueles y despiadados. Su mente juega todo el tiempo con ella, haciéndole desarrollar un odio muy profano hacia la humanidad. Sus pensamientos son sumamente insólitos, des...