Capítulo 25.

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25. La Promesa Y El Documento



Llevo a Sheila a su casa. Ella está procesando a una velocidad increíble toda la trama de la vida de su supuesto padre. Quien hubiera esperado que un divorcio ocultase tantos secretos...

-Bueno, no te preocupes mucho por todo esto -exclamo, intentando hacer que se relaje un poco.

-Jaison -pronuncia mi nombre, bajando al mismo tiempo del vehículo. Está cabizbaja. Hago un leve asentimiento, dejándole continuar-. ¿Cómo... Cómo sabes tú todo eso acerca de mi pad... Max? -eleva su cabeza para observarme.

-Patrick es mi supuesto tío. El otro día fui a sus almacenes y... Encontré todo esto.

-¿D... Dónde lo encontraste? -pregunta ella, curiosa.

Suspiro, ya que, ya le debo contar todo lo que sé. Ella no merece que le escondan más secretos.

-Tu padre también estaba en los almacenes de Patrick. Yo... Opté por revisar su celular-su ceño se frunce ligeramente, por lo que decido añadir-: Siempre me pareció un hombre muy... ¿extraño?

Mis palabras suenan como una pregunta, aunque ni yo mismo sé cómo me siento acerca de todo. Nunca hubiera esperado que el padre de Sheila fuera un maldito enfermo mental.

-Pues yo nunca sospeché de él -añade después de estar un rato en silencio.

-Kelly sí -mi voz es seria. Ya no quiero que el nombre de Kelly sea un tema tabú para nsoostros. Quizás nunca debió de serlo.

-¿A qué viene eso? -se escucha un tanto molesta.

Me obligo a sonreír antes de responder;

-Sheila, tú sabes mejor qu nadie que Kelly se suicidó por voluntad propia... No por mi culpa -me asincero-, te has lastimado mucho a ti misma pensando que todo fue por mi culpa...

-Cállate -amenaza, elevando la voz y cubriéndose bruscamente los oídos con las palmas de sus manos.

-No -me acerco a ella, haciendo que me mire- Ya es suficiente de huir de esto. ¡Afronta la maldita realidad de una vez por todas!

-¡Déjame! -jadea inconscientemente.

-¡Ya basta! ¿¡Cuántas veces más quieres seguir mintiendo!? ¡Ya casi todo se ha acabado! ¡Aceptalo ya todo de una vez!

-¿¡Qué es lo que quieres que acepte!? ¿¡Que mi hermana se suicidó por mi culpa en realidad!? ¿¡Que yo siempre fui la mala de la historia!?-

-Si, eso es lo que quiero que aceptes -digo, acercando suavemente su cuerpo al mío. La abrazo. Ella solo deja escapar unas cuantas lágrimas rebeldes.

-Lo siento -masculle entre suspiros llenos de dolor y rencor.

-Sólo te pediré un favor -me alejo un poco para poder observar su verdoso iris. Nuestros ojos conectan; sus verdosos avellana con mi azul eléctrico con toques oscuros.

-¿Si?

-Cuéntale la verdad al psicólogo. Sé que no le has contado la verdad sobre lo que pasó con Kelly. Sé que no quieres mentir, que te cuesta superar lo que pasó, pero es por tu bien: hazlo, por favor.

Ella traga grueso.

-Lo... haré-

-Prometelo -ordeno, sereno.

-Lo... prometo -Tartamudea.

-Pues que así sea.

[...]

Manos Ensangrentadas © (COMPLETA✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora