Te Cielo ♡ [En proceso]

23. Yo no hablaba de la serie.

André me había llevado a su penthouse.

—¿Cómo es que teniendo este penthouse te la pasas en mi pequeño departamento?

—Porque en tu pequeño departamento estás tú.

André me abrazó por la cintura y me llevó hasta su habitación.

—¿Qué hacemos aquí?—pregunte.

—Vamos a terminar lo que empezamos.

—Me parece una gran idea, necesito saber que ocurre en el siguiente capítulo.

André comenzó a reírse.

—Yo no hablaba de la serie.

—¿Y de que…?

André no me dejó terminar la pregunta ya que me comenzó a besar, lentamente me recosté en la cama mientras André se deshacía de mi ropa y yo de la de él.

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Estaba recostada en el pecho de André mientras él jugaba con mi cabello.

—¿Cuándo planeas decirle a tus padres sobre la existencia de Nash?

La respuesta a esa pregunta me inquietaba mucho. Di un suspiro y respondí.

—No quiero decirles, pero ellos necesitan saberlo.

—¿Por qué no quieres decirles?

—Cuándo les diga sobre Nash ellos tratarán de quitarles la custodia a tus mamás.

—¿Tanto así conoces a tus padres?

—Realmente lo digo por mi madre, ella es muy impulsiva, en cambio mi padre es más calmado. Por eso pienso que tratarán de pelear por la custodia de Nash.

—Margot y Sofía no lo van a permitir.

—Sabes que eso será decisión de un juez. Ya no quiero seguir hablando del tema.

Me alejé de André.

—¿A dónde vas?—preguntó André levantándose de la cama.

—A mi humilde hogar—dije colocándome una camiseta.

—Eso no va a suceder.

Caminé hasta el lugar de André mirándolo a los ojos.

—¿A sí?—sonreí—¿Y eso cómo por qué?

André me tomó por la cintura y me pegó a su cuerpo.

—Porque está vez no te voy a dejar ir.

Me comenzó a besar pero corté el beso.

—De verdad tengo que irme, además necesito ducharme.

—¿Es solo eso?

Asentí con la cabeza.

—Pues en ese caso te puedes duchar aquí—caminó hasta un pequeño sofá que tenía y tomó la mochila—aquí metí algo de ropa.

Tomé la mochila y revisé su contenido.

—Aquí solo hay suéteres y bragas.

—Exacto, solo tome lo necesario.

—Claro—dije rodando los ojos.

Tome las bragas, un suéter y una toalla.

Fuí rumbo al baño de la habitación de André, me quité la camisa que me había puesto anteriormente y entré a la ducha.

Mientras me duchaba escuché la voz de André.

—¿Puedo ducharme contigo?

—No.