42. Eres igual a Jaiker.

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Íbamos camino al hospital debido a que me dolía mucho el golpe que me había dado Amparo en las costillas, Olivia conducía, viktor estaba en el asiento trasero con platanito y yo de copiloto quejándome del dolor.

Levanté mi camisa y Olivia fue la primera en hablar.

—Mierda, eso debe doler.

—¿Lo dudas? Se está poniendo morado, está rojo y duele muchísimo.

Llegamos al hospital y por más que intenté que no me atendiera Mason fue imposible.

Mason me observó y negó varias veces con la cabeza.

—¿Otra vez tú aquí?

—Lo se tío, también es un gusto volver a verte.

Levanté mi camisa y él vio el morado que se había formado en mi costilla.

—¡Mierda! ¿Qué carajos te paso?

—Intentaron robarme mi mascota.

Masón terminó de revisar bien el golpe.

—Necesitas una radiografía para ver si no causó daño en algún órgano o en las mismas costillas.

—Está bien—me acerqué un poco a él—Tío Mason creo que está demás decir que mi padre y Jules no se pueden enterar de esto, ¿Verdad?

—¿Qué hay de Julia?

—Si… ella y yo aún no nos llevamos muy bien.

Pasamos un largo rato en el hospital mientras me hacían la radiografía, me colocaban algunos medicamentos para el dolor y me respetaban otros.

Subimos a la camioneta y Olivia empezó a conducir hasta el piso de André.

—Bueno bueno, veamos si la loca de Amparo tiene buenos gustos con los chocolates.

—¿De qué hablas, Viktor?—pregunté confusa.

—Antes de salir de ese depa ví una caja que parecía de chocolates así que la tomé y ahora veré si Amparo tiene buen gusto en chocolates.

Esperé un par de segundos a qué viktor dijera otra cosa pero no lo hizo.

—¿Y? ¿Son buenos?

—Rebecca, creo que deberías de ver esto.

»»—– ♡ —–««

En cuanto llegamos dijimos que luego explicaríamos cómo conseguimos a Platanito pero que primero queríamos descansar.

Le tiré a André la caja en sus piernas y empecé a desvestirme para ducharme, ambos estábamos en su habitación.

—¿Qué es esto?

—Tu querida Amparo te está haciendo brujería.

Así es, en la caja que se había traído Viktor se encontraba una fotografía de André y una de amparo con una cinta roja, seguidamente de un pequeño muñeco que tenía una fotografía con el rostro de André.

—¿Qué cara...? Yo sabía que ella estaba enamorada de mi, pero pensé que ya lo había superado.

—Al parecer no—André levantó la vista y vio el morado en mi costilla.

Se levantó rápidamente y se posó frente a mí.

—¿Qué pasó? ¿Quién te hizo eso?—se miraba muy preocupado mientras observaba la herida

—Amparo, ella fue quien mandó a secuestrar a mi Platanito—camine hasta el cuarto de baño—fue demasiado lejos.

—Mañana a primera hora pondré la denuncia y pediré una orden de alejamiento—lo escuché decir.

Te Cielo ♡ [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora