Te Cielo ♡ [En proceso]

13. Novio, me agrada.

Rebecca

—Novio, me agrada—dijo André con una sonrisa.

—Solo fue para librarme de Felipe ¿Si?

André no dejaba de molestarme con lo de que era "Mi novio"

—Claro y tú no me gustas.

—¿Qué?—corte el paso.

—Pensé que decíamos mentiras.

—Payaso—rodé los ojos mientras tomaba mi camino.

Llegamos a la mesa donde estábamos anteriormente y a los minutos llegó una camarera con mi orden.

Comí tranquilamente mientras me reía de los malos chistes de Logan.

—Aquí va otro, ¿Qué le dice una dona glaseada a una sin glaseo?

Nadie dijo nada, solo esperamos a que él mismo respondiera.

—Eres una desglaciada, ¿Entienden? Des-glaciada, no mames soy la mera verga, me amo.

Así duramos unas cuantas horas entre cervezas, pasabocas, chistes malos y anécdotas.

—De pequeño pensaba que si me comía la hoja con lo que me tenía que aprender me iba a saber absolutamente todo—contó André.

—Claro, y cagabas sabiduría—habló Santiago.

El comentario de Santiago me dió tanta risa sentía que me iba a hacer pipí encima.

Tenía rato aguantando las ganas de ir al baño hasta que me di cuenta que ya no podía más, me levanté y fui directo al baño, luego de hacer pis salí del baño y para mí mala suerte Felipe estaba allí.

—¿Ahora qué quieres?—pregunte con fastidio.

—Solo quiero hablar contigo, dame cinco minutos.

—Tienes tres—dije mirando el reloj en mi muñeca.

—¿En serio ese muñequito de pastel es tu novio?

Ojalá.

¿Espera qué?

—Sí, ¿Tienes algún problema con él?

—¿No estás enamorada de él o si?

—¿Querías hablar conmigo o sobre novio?

—Me haces falta, no sabes lo mucho que te he extrañado.

—Claro, es normal—respondí de lo más tranquila—fui una excelente pareja, te dí amor, comprensión, fidelidad y respeto ¿Que más querías? ¿Un riñón mío o qué?—termine de hablar cruzándome de brazos.

De la nada apareció Logan e intervino colocandoce frente a mí.

—Rebecca no es necesario que hables con este imbécil.

—¿Qué? ¿Tú también me odias? ¿Por qué tanto odió hacia mí?—preguntó Felipe.

Logan se giró hacia Felipe.

—Si la hubieses visto llorando, aferrada a una almohada con el corazón roto, desesperada y con un ataque de ansiedad, te juro que te odiarias a ti mismo.

Felipe no le dió mucha importancia al comentario de Logan y siguió hablando.

—Rebecca, yo quiero estar contigo de nuevo, entiende, yo ya no soy el mismo que te hizo daño.

—Y yo no soy la misma a la que le hiciste daño, ahora sí me disculpas ya se terminaron los tres minutos, adiós.

No espere por su respuesta solo me dirigí a la mesa junto a Logan.