1. ¡Un muerto!

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Aunque no me guste, esta historia comienza así:

Una linda tarde de verano en Los Ángeles, o bueno quizás no una tarde si no una hermosa noche de bar en bar por todo sunset boulevard, ya era tarde y como toda chica responsable tenía que estar en el trabajo a los 6am, pero ¿cómo haces eso si sigues en el Rainbow a las 4 de la mañana?, mi mejor amigo y conductor estaba ahogado en ron y vodka (terrible combinación) no puede ni con su alma.

-Cris, ya me voy-le avise, pero ya iba por su cuarto trago de la tercera o quinta ronda.

-¡No!-grito-, tú no te puedes ir, estamos celebrando-pasó su brazo por mis hombros pegándome a él.

¿Cómo puedo amarlo y a veces odiarlo al mismo tiempo?

-Tranquilo-desde que Liz llego a nuestras vidas fue un gran respiro.-No te preocupes Dani, vete tranquila.

Asentí, la abracé y me despedí de Cris-cuídate tonto.

Tomé mi bolso y chamarra, la fila para el bar era más corta a cuando la noche había empezado pero aún así , parecía que la vida nocturna de Los Ángeles nunca se terminaba; por suerte mi carro no estaba tan lejos del lugar, ahora solo rezaba para que no me hubieran dejado encerrada; gracias a Dios ahora no fue así.

Encendí el carro y conduje hasta la casa con la gran compañía de El Rey.

-With suspicious mind...

Llegue 4:30 de la mañana a la casa, Waffle está tan dormido en su cama que puedo jurar que hasta lo escuché roncar, aventé mis cosas al sillón e imite a Waffle en aventarme a mi cama para descansar un poco.

-¿Alo?

-ajá,ajá,Ajam...-repetía aún dormida-, voy para allá.

A cómo dios me dio a entender me levante de la cama al baño para arreglarme un poco, aunque no hubiera tomado de manera excesiva mi cara de debía con ojeras no tan obscuras. Unos jeans y una blusa fueron mis acompañantes junto a una gorra de color negro. La pantalla de mi teléfono se encendió revelando una notificación.

De GS:
Te va a gustar lo que tengo.
Conduje hasta el hospital.

Ambulancias entraban y salían, los doctores en guardia se movían a todos lados para ver a los nuevos pacientes y a los suyos respectivos, las enfermeras de turno salían y unas nuevas entraban conforme el cielo empezaba aclarar; un desfile de batas blancas y trajes quirúrgicos eran los que hacían que el recibidor tuviera vista, internos yendo y viendo con el material recién esterilizado listo para ser usado en cualquier momento.

-Señorita Delacour.

-Doctor Smith-estreche su mano.

-Me dijeron que tenía algo para mi.

—Por supuesto-respondió,-si gusta seguirme.

Llamo al elevador y oprimió el número doce, el cual era uno de los últimos pisos del hospital, por ello tenía una hermosa vista de la ciudad gracias a los vitrales que estaban.

Una oficina se encontraba con la puerta cerrada y sobre esta había una placa dorada en la que se leía: Doctor Gabriel Smith, hizo un gesto con su cabeza para que entrara, Dentro había fotos colgadas al igual que varios reconocimientos que le habían dado; a un costado sobre una mesa de cristal pequeña estaba una cafetera encendida filtrando un café que olía delicioso.

En cuanto la puerta se cerró a sus espaldas, se acercó a la mesa con la cafetera y sirvió dos tazas para finalmente hablar-¿Qué tanto tomaste ayer?-le dio un sorbo a su café.

Su pregunta me tomo por sorpresa-¿Tan demacrada me veo?-lleve dramáticamente una mano a mi pecho.

-Pues... digamos que ya no eres la misma joven a la que le hacía lo que quería en la universidad.

Aún después de varios años lograba sonrojarme.

-¡Gabriel!-chille dejándome desparramar en la silla,-te recuerdo que por eso mismo Jenny me quería matar-reí-. Además estuvimos esperándote en el Rainbow, celebrábamos el compromiso de Cris con Liz, y de verdad créeme que él hubiera apreciado que por lo menos llegaras un hora.

-Si-respondió un tanto desanimado, y un silencio se hizo en la oficina; los dos tomamos un gran trago de café.

-Bien, dijiste que tenías algo que me gustaría, ¿Qué es?

Una sonrisa se dibujó en sus labios.

-Bueno ya que insistes, en la madrugada llego un paciente "muerto"-hizo comillas, -o bueno en la ambulancia lo dieron por muerto, en cuanto llego al doctor de la guardia anterior reviso los signos vitales los cuales estaban muy débiles...

Antes de que siguiera lo interrumpí,-Y eso me importa ¿Por qué...?

-¿puedo terminar de hablar?-arrogo una mirada de pocos amigos.

Asentí y volví a tomar la taza.

-Llego a consecuencia de que lo atropellaron, y hace rato lo subieron a cuarto pues tiene dos costillas astilladas, las cuales por suerte no están fracturadas-mi interés se estaba perdiendo cada vez conforme Gabriel estaba hablando.

-Ok, Smith. Soy reportera, no cubro noticas locales -puse los ojos en blanco-, llámame cuando me digas que Nikki Sixx se volvió a morir de una sobredosis y lo tengas en terapia intensiva, o una Kim Kardashian lista para otra cirugía de senos o trasero.

-Dani tu no entiendes, ¡Él fue una estrella durante su adolescencia!

Ok, ya se ganó mi atención, las estrellas que había tenido su momento de fama y después desaparecido valían lo bastante para los reportajes, sobre todo cuando llegaban al hospital por algún incidente. -¿y sabes quién es esta estrella olvidada?-pregunte con una ceja arqueada.

-Si, pero solo te diré-hizo una pausa dramática, -Arriba las esperanzas abuelita.

Puedo jurar que sude frio-¿Es broma verdad?, su papel más sonado fue en el programa, y si no mal recuerdo en una película de Tarantino.

Negó con la cabeza-Bueno pues vayamos para que lo veas tú misma.

Los cuartos estaban a partir del piso cinco al ocho, aunque algunos de estos eran especiales para artistas o gente del espectáculo; Gabriel se encargaba de pacientes de la farándula gracias a él había conocido a mis artistas favoritos, pero no sabía qué le iba a deber a mi mejor amigo una de las mejores cosas que me pasaría.

Entramos al cuarto, estaba tendido en la cama con una venda enrollada en la parte baja de su pecho, en su rostro había un par de rasguños, en su ante brazo izquierdo estaba conectado a la sonda; tomaba nota de todo aquello que estaba en su habitación para después pasarla al informe, su cabello de entre un color castaño y café, pero quizás por las luces se veía un poco más güero; sus facciones estaban bastante bien asentadas, ya no quedaba rastro alguno del adolescente que había salido en ¡Carly, sus labios eran bastante carnosos, de un color rosa ligero y unos pequeños rastros de una barba que no tardaría en salir.

-Esta sedado-habló Gabriel haciéndome salir del transe,-quizás en un par de horas recobre el conocimiento. Le puedes tomar foto al informe y darlo en las noticias rápidas.

Aunque no lo admitía sabía que era mi fan número uno cuando me tocaba dar mis noticias en el programa-Le pintaré la noticia a Karen, y después te mando mensaje para que me des lo que necesite-respondi.

-Bien, ahora corre que tienes que llegar a tu trabajo-hablo dándome un beso en la coronilla.

Mi novio es el ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora