Mi novio es el Rey

9. ¡¿Quien carajos eres?!

Austin

¿Cómo puede un corazón lastimado seguir confiando?

Lo que paso en Australia fue una simple confusión, estaba saliendo del bar con Olivia de la mano, porque la estaba cuidando no porque tuviera alguna otra intensión, pero fue solo eso, a la que siempre llevé en mi mente era a esa chica de cabello castaño ojos negros y hermosa sonrisa, a quien golpee sin querer con la puerta dos veces.

—fui un tonto—me hable a mí mismo cuando llegue a la casa.

El silencio era horrible, tomé un poco de whiskey y me quedé sentado en la orilla del sillón.

—champaña y cerveza, lo único que queda en tu casa...—Alex entro con las cosas en alto,—¿Qué te pasó?

Levanté la vista del vaso de whiskey—fui a ver a Daniela.

—Y por la cara que traes no te fue muy bien que digamos, ¿verdad?

—Pues...—levante los hombros, —digamos que me mando directo y sin escalas a ser su amigo.

—¡uhh!—destapó dos cervezas y me dio una, —Dani está bastante herida compréndela. No es fácil pasar de la noche a la mañana ser novia de Austin Butler y después tú ser la encargada de dar la noticia sobre su romance con su compañera de reparto.

—¿Cómo sabes eso?

—Ella me conto una vez que la encontré.

¿te conto?

—¿Dónde la encontraste?—le di un trago a la cerveza.

—en el hospital, fue a ver a uno de los doctores o cirujanos.

—Ahh, Gabriel—respondí casi sin interés.

La mirada de Alex estaba fija sobre mí, era como si buscara algo o alguien, —¿soy?, o ¿me parezco?

Se inclino—estoy buscando a mi mejor amigo, ¿lo has visto? Porque al parecer se quedó en Australia—me miro, —¡¿QUIEN CARAJOS ERES?!

—¿A que te refieres?—pase el pulgar por la barba que apenas estaba creciendo, —soy el mismo.

—Si fueras el mismo, ¡no estarías sentado aquí la irías a buscar como la primera vez que la viste!

Pase las manos por mi cabello.

—¿Y ahora qué?—el recuerdo de Daniela separándose de mí, era como un fantasma, —necesitare un milagro para...—y recordé la promesa, di un salto, —le prometí volver a reconquistarla ¡y eso hare!

—¡Eso!—levanto la cerveza, —y ¿Qué tienes en mente?

Esa es una excelente pregunta.

Me deje caer intentando pensar en una buena forma.

—Y si...

Primera idea:

Toque el timbre en espera de que saliera con un ramo de flores y alguna sorpresa más,

Abrió la puerta, al parecer la había despertado.

—¡Hola Dani!—le entregue el ramo de flores y un beso en la frente.

—¡Adelante muchachos!

Varios hombres entraron al departamento con la orden que sacar las cosas, llevarlas al camión y ese ir a mi casa.

Fin de la idea.

—¡No!—sacudió la cabeza, —Dani primero te manda muy lejos antes de dejar que te lleves sus cosas.

Le di otro trago a la cerveza buscando alguna otra idea.

—Y si...

Segunda idea:

—Hola Dani—un beso fugaz, y entro al departamento. —¡Me voy a vengo a vivir contigo!—sonreí.

Fin de la segunda idea.

—Eh...no—hablamos al mismo tiempo.

—Si, mala idea.

—No pues, estoy seco—me termine la cerveza.

—Quizás no—habló destapando otras cervezas, —Daniela tiene una jefa con la que estoy intentando algo, puedo conseguirnos las entradas a uno de los programas de tu querida castaña.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro, —excelente—dije,—nada más que ¿Cuándo? Sería la cuestión.

Se quedó pensativo—según se, en tres días Daniela tendrá una entrevista importante.

—¿Con quien?—me levante de un salto y empecé a dar vueltas por la sala.

—No recuerdo, pero entraremos a esa entrevista.