Capítulo 6
Alan
Fue difícil volver a despedirme de Danilo, pero él, como todo un chiquito maduro, me dijo que entendía y que estaba bien.
Aunque yo no lo estuviese.
Salí por las puertas y bajé las escalinatas arrastrando los pies que me pesaban, cuando iba a reproducir música para tratar de consolarme, levanté la vista saliendo y vi a Heather sentada detrás de un árbol a punto de quedarse dormida. Entonces recordé que ella me había seguido hasta allí.
—Oye—susurré cuando llegué a donde estaba para no asustarla—No puedes dormir aquí.
Abrió los ojos lentamente y de un salto se levantó cuando me vio parado delante de ella.
—No estaba durmiendo.
Sí, claro.
Ignoré su falsa afirmación—¿Me estabas siguiendo?—cuestioné después de un corto silencio.
—No yo no...—divagó, pero era muy obvia la situación asi que ni ella se creía—Bueno en realidad sí. Es que... tenía que hablar contigo—juntó ambas manos por delante entrelazado los dedos, al parecer hacía eso siempre que estaba nerviosa—La verdad es que la que tiene que hablar soy solo yo... así que me conformo con que me escuches—tomó aire antes de continuar—Quería disculparme—prosiguió—tú tenías toda la razón, no debí meterme en esta situación. Era tu elección y te la arrebate, solo quería ayudar pero no me puse a pensar en que era lo que querías y era muy obvio por que estabas en esa situación—se rascó la cabeza en incomodidad—...pero tal vez fue instinto humano, después de todo es lo que cualquier persona hubiese hecho en mi lugar y...
—Lo siento—la interrumpí cortando su balbuceada disculpa la cual narraba de una forma exhaustiva.
Sorprendida, perdió el habla por un momento—¿Qué?—la confusión en su rostro era evidente.
—Lamento haberte atacado y haber explotado contigo en el hospital e incluso antes. Perdón por tratarte de esa manera.
—¿Tu... te estas disculpando... conmigo?— alargó la oración resaltando cada palabra.
Pasé desapercibida su pregunta y continúe—Lo cierto es que no tienes nada que ver en mis problemas, tampoco eres nadie en mi vida y es injusto que quiera atribuirte toda la culpa, así que lo siento.—estaba a punto de responderme, pero volví a adelantarme—Además... te agradezco que no le hayas dicho nada a nadie, para ser sincero pensé que lo harías.
Aún me miraba incrédula—Entonces... ¿Te estas disculpando y me estas... agradeciendo?
Suspiré en cansancio.
¿Por qué me lo pone tan difícil?
—Ya no duermas en la calle—le dije por último y me alejé lentamente.
La dejé allí confundida y no la culpaba, perdí hasta mi dignidad al disculparme y agradecerle. Fue algo nuevo para mí.
Heather
Él me miró profundamente y me habló de manera fluida y tranquila.
¿Aluciné todo eso?
Ni siquiera me percaté de cuando se retiró de mi presencia, me había quedado pensando si de verdad era el mismo chico tan volátil de antes.
Después de volver de mis pensamientos, busqué en mi mochila mi anotador y mi bolígrafo. Coloqué un guión bajo el título "Caso Alan" y escribí:
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Diario de un Suicida
Teen FictionSer totalmente consumido por la aflicción resulta desesperante para Alan, quien resignado a darle otra oportunidad a la vida, toma una decisión. Esta decisión, es obstruida inesperadamente por alguien que llega para apaciguar su dolor... Un pequeño...