20 - Mi novia es Pinkie Pie.

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Capítulo 20

Alan

Ella era mi novia.

Esas palabras quedaron suspendidas en el aire mientras la veía tensar la mandíbula mirandome muy detenidamente, pero solo se quedó callada esperando a que yo continuara.

—La conocía desde siempre, pero hubo un momento determinado desde el cual comenzó a perseguirme, se pegó a mi como un chicle y supongo que se acostumbró a eso—me dediqué a mirar en otra dirección mientras contaba la historia—Nunca fuí claro con ella, jamás le demostré interés, pero tampoco nunca le dije que se alejara.

—Ella parce haberte querido mucho, es más creo que aún...

—Idealizó algo que no existía—aclaré antes de que terminara Esa oración—Un día tomándome desprevenido solo me besó de la nada y me informó que éramos pareja, que no podría vivir sin mí y cosas de esas que dices cuando no tienes idea de que crecerás y te causará vergüenza recordar lo cursi que fue. Nunca me animé a detener las cosas por eso dejé que llegara tan lejos con eso—solté un largo suspiro—pero mi indiferencia al final terminó agotandola. No le daba lo que ella necesitaba, o más bien lo que merecía, no se sentía suficiente, no se sentía querida, se sentía sola. No le hablaba de mis cosas, no demostraba emociones, yo no hacía nada, por que... no sentía nada—volteé a mirarla de nuevo con la culpa en los ojos y me quedé callado un segundo.

Heather parecía estar sumamente concentrada en lo que estaba contándole, no era algo que me enorgullecía, en realidad no tenía nada que me diera orgullo de contar en mi vida, pero sabía que si alguien podría entender, esa era Heather.

—Al final terminó haciendo algo inesperado, pero comprensible—continué —intentó buscar aquello que yo no le daba... cariño, supongo. Una mañana abrí la puerta del salón de biología del colegio para esperar la clase antes que todos y la encobtré ahí, besando a alguién más...

...

—Perdón—dije y cerré la puerta detrás de mí saliendo del salón .

—¡Alan espera!—la escuché mientras iba detrás de mí y logró alcanzarme—Por favor, déjame explicarte—lagrimas amenazaban por salir de sus ojos.

—Tranquila, esta bien—respondí secamente manteniendo mi serenidad. Tanta serenidad que ella solo se quedó mirándome confundida.

—Yo solo...

—Becky—la interrumpí—No pasa nada de verdad, no me importa.

Sin darme cuenta esas palabras la hirieron, la lastimaron demasiado, no el hecho de que fuera así de directo respecto a la situación, sino porque ella sabía que estaba siendo sincero, que de verdad no me importaba que ella hubiese besado a otro chico estando conmigo, para Becky fue solo la confirmación de algo que ella siempre supo. Que en realidad no la quería como ella a mí.

Una lágrima gorda corrió por su mejilla—¿De verdad?

La miré un segundo sin ningún tipo de expresión o muestra de algún sentimiento humano—A él si le gustas—dije finalmente y pasándola de lado me fuí, dejándola atrás.

...

Relatarlo fue como volver a ese momento, su mirada de decepción había quedado grabada en mi consciencia.

—No tenía idea de que el peso de mis palabras fueran tan devastadoras en ese momento, pues no tenía emociones, no era algo a lo que estaba acostumbrado—me detuve de nuevo.

—¿Puedo preguntar... quién era ese chico... con el que te engañó?—cuestionó dudando un poco, pero con la curiosidad abundante en sus ojos.

El silencio duró unos segundos hasta que por fin contesté.

Diario de un SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora