21 - Calendario.

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Capítulo 21

Heather 

La brisa era entre calida y agradable, él y yo ibamos camino a una tienda de regalos.

—¿Qué cosas le gustan?—pregunté deteniendome frente a la tienda antes de entrar.

—Juguetes me supongo—respondió encogiendose de hombros.

Era la semana del cumpleaños de su hermano, iría a verlo a la casa hogar y simplemente me colé en sus planes, íbamos a escoger un regalo en ese momento. Estaba emocionada por conocer a Danilo, a Alan siempre se le iluminaba la cara cada vez que hablaba de su hermanito y era muy grato de ver, así que me tenían muy  entusiasmada ver el reencuentro.

—Sabes, creo que es mejor que elijas algo tú—me dijo señalando con la cabeza que entrara.

Lo miré un segundo con expresión divertida y después a rastras lo llevé conmigo hacia dentro mientras él protestaba y caminaba a mi lado a duras penas.

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Salimos de la tienda después con una canastita llena de dulces, una pelota con diseño de Paw Patrol y un pingüino de peluche de regular tamaño, Alan me había contado que era el animal favorito de Danilo.

Se detuvo a observarme apretando los labios para no reir—Casi te llevas toda la tienda.

Yo reí con sarcasmo—Muy gracioso, ayúdame a cargar esto—ordené obligándolo a sacarse las manos de los bolsillos y hacer algo productivo.

Íbamos pasando por un estacionamiento frente a un supermercado cerca de la carretera y estaba repleto de autos.

—¡Escóndete!—exclamó en voz baja empujándome detrás de uno de los autos estacionados.

No me esperaba eso, llegó prácticamente de la nada.

—¿Qué sucede?—pregunté en un murmullo muy confundida.

Asomó la cabeza por encima del auto y luego me indicó que ya podía salir.

—Era el auto de papá—mencionó todavía teniendo los ojos por donde había desaparecido—Vamos—indicó luego tomando mi mano y poniéndose visiblemente asustado y preocupado.

Fue caminando a paso rápido, pero volvió a la normalidad bien nos alejamos del sitio.

—¿A dónde vamos?

—A casa. Me vas a ayudarme a envolver esto—señaló la bolsa con los objetos.—El hombre nunca vuelve sino hasta mañana a la mañana.

Sonreí un poco mientras lo seguía sujetando su mano.

Llegando a su vecindario nos encontramos con dos caras conocidas frente a la casa azul. Becky estaba subiendo unas maletas a la parte trasera de un taxi con la ayuda de Franco. Bien nos vió ella sonrió ampliamente y se acercó a saludar, Franco la siguió.

—¿Se van?—cuestionó Alan después.

—Solo yo. Surgió algo en la universidad y tengo que ir a resolverlo—comentó Franco—Luego voy a volver para llevarme a Rebe—dijo volteando hacia ella y sobandole la cabeza.

Becky puso los ojos en blanco, frustrada—Te dije que dejaras de llamarme así— y le apartó la mano.

—Bueno, me alegró volver a verte—el chico le dio un corto abrazo a Alan—Aunque... no llegué a ver a Danilo.—mencionó algo confundido en cuanto se aparto.

Becky miró a Alan al igual que Franco esperando una respuesta y me alarmé.

—Espero... que podamos seguir en contacto. Para que me cuentes mas cosas de UAS—le dije a Franco metiéndome en la conversación

Diario de un SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora