Nota de Autora

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Ana

Todos alguna vez hemos sentido soledad en un mundo con tanta gente.

A todos nos ha dolido alguna vez algo y  creímos que duraría eternamente.

Sanar no está en olvidar, sino en atesorar los momentos y quedarse con lo bueno que es lo que realmente importa.

Aférrate a lo que amas y a quien amas. No permitas que nadie te diga que no es correcto querer las cosas que quieres para tu vida.

Ellos nos enseñaron que el amor real atraviesa instantes tormentosos de dolor para probar su fuerza y luchar por que las adversidades no lo destruyan. Es la decisión de cada quien elegír si seguir bailando bajo la tormenta.

Alan amó a Heather y le entregó todo de él. Ella conocía sus cicatrices y sus traumas, más también amó con todo su ser cada una de sus heridas.

Heather llegó para salvar a Alan de sí mismo y a cambio él le regalo su corazón, pudieron ser felices, demasiado felices, a pesar del corto tiempo que el destino les deparó juntos.

Al final, Alan siente que ya nada tiene sentido, pues el ancla que lo mantenía sujeto a la vida ya no existía.

¿Qué sentido podría encontrarle él a seguir?

Pero entendió que los recuerdos de su amada no serían para siempre tristes, que alimentaria la felicidad de su alma y de su vida, ya que estuvo dispuesto a cumplir aquellos sueños que tenía con ella.

Plantearse que lo mejor hubiera sido que no se conocieran, lo consideró tonto al final. Pues si no hubiesen cruzado sus caminos, ninguno de los dos hubiese sido feliz en lo que les quedaba de vida, al menos no de esa manera tan genuina y tan única como lo es el del primer gran amor. 

Nacer, crecer y morir.

Esos son los ciclos de la vida y la parte de "Vivir" se remota al tiempo que supiste que aprovechaste. Porque somos pasajeros al igual que el polvo que levanta el viento, hoy estamos, el mañana no es nuestro.

El tiempo que aprovecharon, esos momentos que ellos vivieron juntos, tomados de la mano, riéndose, besándose, amándose.

Alan le había hecho una promesa a Heather.

—Prométeme que nunca más haras algo así... ¡Promételo!

—Lo prometo.

Él va a honrar su promesa y vivir cada día sabiendo que su gratitud será permanecer con vida.

Recuerda que siempre hay una luz de esperanza en medio de la oscuridad, no importa lo pequeña que sea en la inmensidad de las tiemblas, aférrate a esa luz y aliméntala con fe para que nunca pueda apagarse.

Alan pudo liberarse, pudo salir de la depresión, pudo tener una vida después de recibir ayuda. Cada día se aferró más a cada uno de los recuerdos que forjó con el amor de su vida y los dolorosos, fueron siendo declinados.

Él lo logro por sí mismo, pudo vivir.

Y no fue por ella, pero fue gracias a ella.

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Escucha todas las canciones de Diario de un Suicida y presta atención detenidamente a la letra de cada una ellas, te darás cuenta de que todas narran la historia del libro y fueron ellas mismas las que lo inspiraron.

Alan y Haether existieron gracias a:

Someone you loved- Lewis Capaldi
Grace- Lewis Capaldi
Disfruto- Carla Morrison
Belong- Cary Brothers
Trauma- NF
Falling- Harry Styles
Let it all go- Birdy & Rhodes
Paralyzed- NF
Someone to stay- Vancouver Sleep Clinic
Arcade- Duncan Laurence
Lost Without you- Freya Ridings
Bruises- Lewis Capaldi

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Diario de un Suicida

Y en Spotify con el mismo nombre.

Ambos enlaces en mi perfil.

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Gracias por leer.

<3

Diario de un SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora