Capítulo 13
Alan
***
Diario
6 de Abril, 2021
Desearía poder decir que fuí capaz de controlar la situación. Pero no fue así.
Al despertar hoy el primer pensamiento que llegó a mi cabeza fue que había sido un sueño, pero eso no va cambiar el hecho de que todo haya sido verdad.
Heather, se ha convertido la mayor parte del tiempo en el centro de mis pensamientos y siento que me volveré loco.
Me besó, mientras sentía la frialdad de sus manos mojadas rodear mi cuello haciendo que mi piel se erizara por completo y sacudiendo cada una de las fracciones de mi cuerpo.
Después de eso solo puedo pensar en algo.
Soy un idiota, con todas las letras.
Soy un total desconocedor de estas sensaciones, de hecho soy un total desconocedor de los sentimientos en cuestión y no tuve ni idea de como reaccionar.
He llegado a la conclusión de que no puedo luchar contra mis impulsos y los impulsos se sienten a flor de piel cada vez que estoy con ella.
Al final no puedo hacer nada, no he podido alejarme y ella tampoco lo hará.
Rayos ¿En qué momento la situación se me salió de las manos?
Entre más lo pienso más idiota me siento.
Ya tengo todo programado, en orden, cada uno de mis planes alineados en perfecta armonía y nada puede hacerme cambiar de opinión. O al menos eso pensaba.
Ella me esta haciendo dudar, esta poniendo de cabeza todos mis planes y es una mezcla de emociones que no soy capaz de percibir si sean buenas o malas.
***
Terminé de escribir y cerré el diario resoplando y pasándome las manos por la cara.
Al levantar la vista en frente solo ví lo mismo que cada mañana, el recordatorio de que el tiempo va rápido y que los días se acortan.
Solía mirar todos los días ese calendario y de alguna manera el correr de los días me había hecho sentir un alivio al darme cuenta de que cada vez faltaba menos.
Pero ahora...
Pero en ese momento, no se sintió así.
Heather
El día siguiente, esa fue una mañana muy tediosa en la que solo estornudaba y me fregaba la nariz, al parecer si había pescado un resfriado terrible y menos mal, porque así tuve una excusa para no ir al colegio.
Maldición ¿Por qué tuve que hacer eso?
Seguía pensando en lo ocurrido. Lo recordaba todo el tiempo y eso no ayudaba a mi mal estar.
Estaba encerrada en mi cuarto cuando escuché a alguien golpear la puerta.
—¡Estoy dormida!—grité desde la comodidad de mi cama.
Mamá simplemente abrió la puerta ignorando mi clara negación a que pasara, tenía el teléfono de la casa en la audición y cuchicheba algo que no llegué a escuchar. Me recosté y cubrí mi cabeza con la manta de ositos rosa mientras ella terminaba de hablar. Intenté fingir que de verdad estaba dormida pero no funcionó.
ESTÁS LEYENDO
Diario de un Suicida
Подростковая литератураSer totalmente consumido por la aflicción resulta desesperante para Alan, quien resignado a darle otra oportunidad a la vida, toma una decisión. Esta decisión, es obstruida inesperadamente por alguien que llega para apaciguar su dolor... Un pequeño...