Al día siguiente por la mañana, Cloe volvió a la academia con el pensamiento de que su amiga ya había vuelto pero realmente aún no había aparecido por la academia.
Tenía que cubrirla pero ¿cómo? Ella ni siquiera estudiaba en la academia como para pasearse por allí y tampoco trabaja puesto que la única que limpiaba el edificio era su amiga. ¿Qué podría hacer para cubrirla?
Justo cuando salía de la habitación apareció ante sí Gillian con cara de pocos amigos.
-¿Quién eres tú?- preguntó bruscamente.
Cloe enarcó las cejas.
-Vaya modales- dijo cruzándose de brazos.
-Bueno, tampoco es que me importe saber quién eres, busco a Natalie… ¿sabes dónde está?
-No está…
-¿Cómo?
-Que no está… ¿es que estás sorda?
-¿Y a dónde fue?
-¿A ti que te importa?
Gillian frunció el ceño y se acercó a Cloe.
-Mira, niñata, Natalie es una chacha y tiene que estar disponible las veinticuatro horas del día para satisfacer las necesidades de sus superiores ¿entiendes?
-Que yo sepa, Natalie no es una esclava… la esclavitud se abolió hace muchísimos años… oh espera, ¿es que no lo sabías? Claro… no has estudiado historia para saberlo… no entraría nada en ese cerebro de mosquito que tienes.
Gillian la miró, enfadada y agarró un gran mechón de pelo de Cloe con fuerza tironeando de él.
-¿Qué has dicho? ¿Me has dicho que tengo cerebro de mosquito? ¿Me estás llamando idiota? No sabes lo que acabas de hacer… esto te costará muy caro…
-¿Qué piensas hacer? No te tengo miedo, Gillian- dijo Cloe agarrándose el mechón para evitar que le doliera el tirón de pelo.
Dylan pasaba en ese instante por allí ya que se dirigía a desayunar cuando vio que Gillian sujetaba con fuerza a Cloe de la melena por lo que se acercó y las separó mirándolas a ambas.
Gillian miró a Dylan y quiso arremeter contra Cloe que se masajeaba la zona dolorida pero él se lo impidió.
-¡Basta, Gillian!- espetó el chico agarrándola con fuerza- ¡Estás montando un espectáculo!
-¿Quién se cree que es esta niñata? Ni siquiera está en esta academia. ¡Déjame, Dylan! ¡Me está provocando!
Cloe que estaba detrás del chico se puso a hacerle caras feas a Gillian para provocarla. Entonces el chico la miró.
-Cloe, ya está… no sigas metiendo cizaña…
La joven levantó las manos en señal de rendición.
-A ella la invité yo- le dijo Dylan a Gillian que seguía preguntando quién era esa chica que ni siquiera la conocía- vete a desayunar que yo me encargo de esto…
Gillian gruñó y se alejó de allí para meterse en el comedor. Cuando esta desapareció, Dylan se giró de cara a Cloe la cual, a pesar de todo sonreía.
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Bailes de Pasión
RomanceNathalie era una joven bailarina con un maravilloso futuro por delante pero un día ese sueño se ve truncado tras una aparatosa caída que le impide volver a bailar ahora trabaja en la academia de su padre, fallecido en un misterioso accidente de tráf...