Capítulo 27

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            Natalie al principio no reaccionó pero su amiga la zarandeó un poco y la miró con los ojos muy abiertos. ¿Acababa de ganar?

            ¡Sí! ¡Acababa de ganar el concurso de baile!

            Miró a Ribber y este la abrazó contentó, eufórico. Luego salieron corriendo al escenario donde recogieron el premio y felicitaron a los otros ganadores. No se lo podían creer.

            Cloe estaba tan contenta por su amiga que sin pensar en lo que hacía se abrazó a Dylan.

            -¡Han ganado! ¡Han ganado!

            El chico se quedó quieto y la miró. Cloe se apartó rápidamente al darse cuenta de lo que acababa de hacer y miró a otro lado. Su rostro estaba completamente enrojecido por la vergüenza.

            Pero ¿qué le estaba pasando? Ella nunca se había puesto colorada de esa forma por un chico al que apenas conocía y que creía odiar.

            ¿Realmente lo odiaba? Algo dentro de ella le decía que sí que lo odiaba por todas las cosas que le había hecho: estuvo a punto de atropellarla, ligó con ella de mala manera, en la fiesta la besó sin siquiera ella esperárselo. ¡Era para odiarlo! Pero entonces ¿por qué se ponía tan nerviosa cuando él la miraba?

            -Ahí vienen…- dijo él sacándola a ella de sus confusos pensamientos.

            La joven miró al frente y vio aparecer a su amiga con Ribber cargando un trofeo bastante grande.

            Natalie se acercó a su amiga, sonriente.

            -Hemos ganado, no me lo puedo creer, Cloe.

            Cloe sonrió.

            -Te lo mereces, lo hiciste muy bien.

            -Será mejor que vaya a cambiarme, ¿me acompañas?

            La joven miró a Dylan por un momento. Él también la miró por lo que ella asintió y se fue con su amiga a cambiarse.

            El joven la vio marchar y se metió las manos en los bolsillos.

            -¿Será posible que estés madurando ya?- preguntó Ribber a su amigo pasándole un brazo por los hombros- es increíble ver que ya no babeas por una tía. Los sentimientos hacia Cloe te están cambiando, macho.

            -Puede ser…

            Ribber enarcó las cejas, divertido.

            -Diría incluso que te ha cortado un poco el vocabulario. Espabila, hombre, que Natalie y yo hemos ganado, ¡hay que celebrarlo!

            Dylan sonrió levemente y asintió.

            -Sí, hay que celebrarlo…

            -Pues vamos.

            Los dos jóvenes siguieron a las chicas y recogieron las cosas para salir de allí.

            Gillian miraba la pantalla estupefacta. ¡Natalie y Ribber acaban de ganar el concurso!

            -¡No, no, no!- gritó la joven de rodillas en la cama- ¡no pudo haber ganado! ¡No!

            Sarah miró a su amiga, algo asustada al ver el comportamiento de esta.

            -Tranquilízate, Gillian, por favor, te va a dar algo.

Bailes de PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora