Capítulo 28

1.4K 34 7
                                    

            Al día siguiente, Natalie se levantó bastante tarde, estaba muy cansada después del día anterior y había decidido que no volvería a limpiar la academia.

            El interfono sonó una y otra vez. La joven no quiso contestar pero al ver que insistía pulsó el botón.

            -¿Qué pasa?- preguntó con voz somnolienta.

            -¿No crees que deberías estar limpiando?- se oyó la voz de Yvette.

            -Debería pero ya no pienso limpiar más.

            Tras decir esto, soltó el botón y volvió a su placentero sueño. Tras un rato más, la joven se levantó y se vistió. Después de hacer su cama, salió de su habitación para ir a la cocina a comer algo.

            Cuando salió, se topó con varios alumnos de la academia que la felicitaron por su grandiosa actuación la noche anterior y ella, toda sonrisas, agradeció todas aquellas muestras de amabilidad.

            En la cocina, le prepararon un desayuno muy especial por haber ganado el concurso y la colmaron de palabras agradables.

            -Te dije que volverías a los escenarios- dijo el cocinero muy orgulloso- y que lo ibas a hacer a lo grande.

            -¿De verdad me visteis en la tele?

            -Yo casualmente pasaba de canales cuando vi el concurso y cuando te vi, avisé a los demás- dijo una de las camareras.

            Natalie sonrió.

            -Siempre habéis sido muy buenos conmigo y eso os lo agradezco, de no ser por vosotros ahora mismo estaría perdida. La pérdida de mi padre fue muy dolorosa para mí pero sabía que no estaba sola que os tenía a todos vosotros para apoyarme y eso es muy importante para mí.

            Los encargados de la cocina sonrieron y la instaron a comer todo lo que le habían puesto.

            -Espero que este desayuno tan especial también se lo hayáis preparado a mi compañero de baile.

            -Por supuesto- dijo el cocinero- cuando llegó, enseguida se lo servimos todo.

            La joven se lo comió todo con bastante apetito y tras desayunar salió de la cocina rumbo a un aula de baile. Nada le apetecía más en ese momento que bailar un rato así que se dirigió al aula de baile que en ese momento estaba vacía.

            Pero durante el trayecto, Yvette se metió en su camino. Su mirada era de intenso desprecio y odio.

            -Quiero que vayas ahora mismo a limpiar que es lo que deberías estar haciendo- dijo la mujer.

            Natalie la miró fijamente, con la barbilla elevada, desafiante.

            -¿Y si no qué? ¿Me vas a echar? Hazlo… por suerte no tendré que vivir debajo de un puente porque aunque no lo creas tengo amigos y hasta un novio… No sé si habrás visto en la televisión que ayer gané un concurso de baile.

            -Lo vi pero no te durará mucho, tu rodilla se resentirá y entonces sí que no volverás a bailar.

            -¿Eso crees?- preguntó mientras ponía una pose de persona pensativa- la última revisión que me hice decía que mi rodilla estaba perfectamente, el médico dijo incluso que era como si nunca hubiese tenido una lesión… incluso ha buscado mi informe pero no lo encuentra… ¿por casualidad sabes tú algo de eso?

Bailes de PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora