Capítulo 30

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            Cloe llegó a la academia junto con Dylan. En el hall se despidieron y ella le dio un beso en los labios, sorprendiendo al chico que la miró y ella sonrió.

            -Un beso para que no te olvides de mí… Dios, me estoy volviendo una cursi- dijo la joven frunciendo el ceño.

            Dylan soltó una carcajada y le dio un beso en la nariz.

            -Seas como seas, me sigues gustando mucho- le dijo él y tras volver a besarla, se fue.

            La joven, sonriendo, buscó a su amiga y la encontró en un aula de baile. Abrió la puerta y esperó a que se diera cuenta de su presencia.

            Natalie cuando la vio, detuvo el reproductor y la invitó a entrar.

            Cloe cerró la puerta para luego acercarse al banco donde se había sentado su amiga.

            -Vaya, veo que estás muy contenta- dijo Natalie observando el semblante sonriente de Cloe.

            -¿Yo? ¿Por qué lo preguntas?

            -Bueno, tienes esa sonrisa que tenemos las chicas tras… ¡un momento! ¡No!- exclamó Natalie entre sorprendida y contenta- al final fue a buscarte…

            -¿Tú lo sabías?

            -Claro, me preguntó dónde podría encontrarte y le dije pero cuéntame…

            -Bueno, una cosa es segura, como Paolo se entere de que uno de sus probadores ha servido de nidito de amor, me mata.

            Natalie abrió la boca, sorprendida.

            -¿Lo hicisteis en el probador?

            Cloe asintió y su amiga se rió.

            -Eh, no te rías, al menos lo pasamos bien- dijo Cloe dándole un golpecito a su amiga en el hombro.

            -Entonces te felicito por la relación.

            -Gracias, la verdad que no me esperaba esto…- dijo la joven y luego miró a su alrededor- parece que las cosas han cambiado para las dos, ambas tenemos pareja, yo tengo un curro y podré comprarme el coche, tú vuelves a bailar…

            -Sí- dijo Natalie con la mirada perdida- pero aún hay incógnitas por solucionar y dudas que reflexionar.

            -¿Dudas? ¿Qué clase de dudas?

            La joven miró a su amiga y esta la miró a ella.

            -Drake ha vuelto… me dijo que quería volver conmigo e incluso me besó.

            -¿Qué?- preguntó Cloe claramente sorprendida- ¿ese mequetrefe ha vuelto? ¿Para qué? Sí, ya me has dicho que quiere volver contigo pero… ¿ahora?

            -Yo tampoco lo entiendo y créeme que me tiene muy confusa. Ribber se ha dado cuenta de que ocurre algo y no quiero mentirle…

            -No puedes contarle nada, los tíos cuando se ponen celosos son de lo peor.

            -Pero no puedo mentirle, Cloe, me siento mal por ello.

            -¿Y qué piensas hacer?

            -No lo sé, tendré que hablar con él, es decir, con Drake a ver qué es lo que realmente quiere.

            -Pues habla con él cuanto antes, no quiero ver cómo podrías perder al chico que te conviene por culpa de ese capullo.

Bailes de PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora