Capítulo 4

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            Natalie se encontraba limpiando en la clase de música cuando llegó su amiga Cloe.

            -¡Natalie!- gritó Cloe desde el hall.

            La joven al oírla, dejó las cosas sobre la mesa del profesor y salió fuera.

            -Cloe, ¿cuándo perderás la manía de gritar así?

            -Mujer, no te vi en tu habitación y tuve que venir a buscarte, aún no tengo poderes que yo sepa. Ya te dije que perdí mi varita mágica.

            -Muy graciosa- dijo Natalie mirándola con el ceño fruncido.

            -¿Hoy tampoco puedes salir?

            -Ojalá pudiera pero Yvette se fue y me dijo que quería esto limpio para cuando llegara, el domingo por la noche.

            -Natalie, es sábado por la tarde, tenemos que salir a divertirnos, venga, hazlo por mí- dijo Cloe poniendo cara tristona- anda, di que sí…

            Natalie miró a su amiga mientras se debatía por dentro entre ir y quedarse a cumplir con su deber pero por un día no creía que pasara nada. Mañana lo limpiaría todo a fondo para cuando llegara Yvette.

            -De acuerdo pero sólo un rato.

            -Vale, iremos a una discoteca que seguro te gustará.

            -¿Discoteca? Cloe…- dijo Natalie.

            -¿Qué? Iremos a tomar unas copas nada más.

            -De acuerdo, voy a cambiarme entonces.

            Cloe asintió y Natalie fue a su habitación a cambiarse. Se dejó la coleta a un lado como siempre, se puso un vaquero más o menos nuevo y una blusa de manga larga con escote de color celeste. Sus bailarinas color azul y finalmente se puso unas argollas en las orejas.

            Tras vestirse salió al hall y luego se fue con su amiga a la discoteca. Cuando llegaron allí, Cloe se unió a un grupo de chicos y chicas en el cual, Natalie fue presentada y todos se pusieron a hablar. Era la primera vez en mucho tiempo que se sentía cómoda en un grupo de gente sin que nadie la tachara de fracasada por lo de su lesión en el pasado y se lo pasó bastante bien.

            Toda esa felicidad se desmoronó cuando vio entrar por la puerta al chico del aula de baile. Rápidamente, cogió a Cloe del brazo y le dijo:

            -¿Me acompañas al baño?

            Cloe la miró extrañada, parecía nerviosa y miraba a todos lados.

            Ambas entonces fueron al baño y Natalie miró a través de la puerta entreabierta.

            -¿Sucede algo?- preguntó Cloe mirando a su amiga, algo confusa.

            -No puedo volver a salir ahí fuera.

            -¿Es que te piensas quedar aquí escondida en el baño? ¿Qué pasa?

            -Ese chico…

            -¿Qué chico? Ahí fuera hay muchos chicos.

            -Uno que acaba de entrar, por Dios, ¿por qué tengo esta mala suerte?

            -¿Me vas a explicar qué pasa o tendré que sacar mi bola de cristal para adivinarlo? Natalie, necesito que me expliques qué pasa.

Bailes de PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora