Cuando ya había acabado de limpiar, cenó y se dirigió al aula donde ensayaba con Ribber. Se puso frente al espejo y se miró el colgante aún sorprendida por el regalo de él. Si Gillian se daba cuenta podría estar en serios problemas. Decidió que procuraría llevarlo oculto cuando limpiara.
Tras esperar un rato, el chico apareció y se pusieron a bailar. Cuando terminaron, el chico se fue y ella se quedó cerrando la puerta. Bajó y anduvo por los pasillos pero de repente se topó con Gillian. Natalie, sorprendida, retrocedió.
-¿Se puede saber dónde estabas?- preguntó Gillian de brazos cruzados- te estaba buscando…
-¿A mí? ¿Para qué?- preguntó Natalie cautelosa.
-Te buscaba para decirte que mañana debes ir a buscarme un vestido de un diseñador muy famoso.
-Pero mañana no puedo, tengo que limpiar el despacho de tu madre.
-¿Te crees que me importa? Mañana irás por ese vestido y ya está.
Sin esperar respuesta, la joven se fue dejando a Natalie sola en medio del pasillo. ¿Cómo haría para hacer las dos cosas? Ni siquiera le había dado la dirección del lugar al que debía ir a recoger el vestido.
-Gillian- dijo Natalie siguiéndola- ¿dónde debo ir a recoger el vestido?
La joven sonrió con malicia y se giró.
-Vaya, Natalie, qué rápido olvidas los sitios donde comprabas antes. ¿Ya no recuerdas la boutique de Paolo?
-¿Qué?- preguntó Natalie palideciendo- no, Gillian, no puedes hacerme esto, no puedo ir allí.
-Ya te dije que no me importaba, mañana quiero mi nuevo vestido en mi habitación y ya está.
Dicho esto, Gillian se alejó y dejó a Natalie sola en medio del pasillo. Volvió a su habitación y buscó su móvil. Un móvil que apenas usaba y que ya casi ni servía porque se le caía continuamente. Lo encendió y miró el saldo. Apenas tenía para enviar un mensaje así que le envió uno a Cloe. Al rato de enviarlo, esta última la llamó:
-Cloe…
-¿Qué pasa, Natalie?
-Tengo dos problemas…
-¿Qué problemas?
-Mañana tengo que ir a buscar un vestido para Gillian pero tengo que limpiar el despacho de Yvette.
-Maldita Gillian, esa lo que quiere es que Yvette se enfade contigo.
-Ya lo sé y no tengo ni idea de lo que puedo hacer.
-Deberás ir a buscar el dichoso vestidito porque si no se lo dirá a la bruja madre y se enfadará igualmente.
-Ahí está el otro problema… es en la boutique de Paolo y hace muchos años que no voy allí… exactamente desde el accidente.
-¿Y? ¿Qué hay de malo en eso?
-Que me da vergüenza, estoy segura de que sabe que trabajo de chacha y que vaya a buscar el vestido con las pintas que tengo lo evidenciará.
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Bailes de Pasión
RomanceNathalie era una joven bailarina con un maravilloso futuro por delante pero un día ese sueño se ve truncado tras una aparatosa caída que le impide volver a bailar ahora trabaja en la academia de su padre, fallecido en un misterioso accidente de tráf...