Dos días más tarde, Drake volvió a la academia y se topó con Natalie que al parecer venía de ensayar un rato en una de las aulas de bailes, se secaba el sudor de la frente con una pequeña toalla y llevaba un disco en una de sus manos.
El joven sin pensárselo dos veces, se acercó a ella por detrás y la agarró de la cintura.
La joven que lo vio llegar, se hizo la sorprendida y se quedó completamente quieta. Sonrió para sí y giró un poco la cabeza.
-Drake… ¿qué haces aquí?- preguntó la joven con inocencia.
-Vine porque no puedo estar sin ti, te deseo y no pienso dejarte escapar.
-Pero es que tengo novio, Drake, no puedo hacerle esto- dijo ella suspirando.
-Claro que puedes, déjalo y ya está, es tan fácil como eso.
-Pero es que estoy confundida, hasta que llegaste pensé que lo quería pero ahora… no sé… me has hecho dudar de lo que siento.
Drake sonrió y se acercó a ella para besarla pero la joven se apartó un poco, entonces él agarró el rostro de Natalie entre sus manos y la miró a los ojos fijamente.
-Te deseo, Natalie, y ese Ribber no va a conseguir que yo no aplaque mi deseo, además, sé que tú me deseas tanto como yo, lo puedo notar en tu cuerpo…
Drake bajó una de sus manos hasta rozar un pecho de la joven, la cual se tensó no porque él la estuviese tocando de forma que le gustara sino porque sentía asco y no podía evitarlo pero aún así fingió y lanzó un suspiro.
-No, no puede ser…- dijo apartándose un poco de él.
-Claro que sí, Natalie, nadie tiene por qué enterarse…- el joven la besó en el cuello- tu habitación sigue siendo la misma ¿verdad?
-Sí… pero ¿y si aparece Ribber?
-Que aparezca, así verá que me deseas y que él no tiene nada que hacer.
Sin decir nada más, él la arrastró hasta la habitación de ella, en el camino, vio a Cloe y le hizo una seña para que preparara todo. Todo iba a salir a pedir de boca.
Una vez dentro de la habitación, él cerró la puerta y volvió a por los labios de Natalie, la cual tuvo que abrazarse a él. Tenía que representar a la perfección su papel para que todo saliera como habían planeado.
Drake, mientras la besaba, procedió a quitarle la camiseta dejándola con el sujetador. Natalie también le quitó la camiseta a él y luego se apartó un poco para poder desabrocharle los vaqueros.
-Oh Drake… quiero ser tuya, lo deseo…- le dijo ella.
-Yo también quiero que seas mía…
Ella suspirando se apartó un poco y lo miró. Estaba únicamente con los calzoncillos. Se acercó a él y le susurró.
-Déjame darte placer… por favor…
La joven notó cómo el miembro del joven se ponía duro y tiraba de los calzoncillos con fuerza. Sin esperar respuesta alguna de él, cogió un pañuelo y le vendó los ojos.
Una vez vendados, lo llevó hasta la cama para tumbarlo mientras volvía a besarlo. Entonces cogió las manos de él y las puso a cada lado de la cama para luego atarle las muñecas a sendos barrotes, dejándolo momentáneamente inmóvil. La joven descendió sus labios por todo el torso desnudo de él mientras Drake respiraba con cierta dificultad a causa del placer que estaba sintiendo.
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Bailes de Pasión
RomanceNathalie era una joven bailarina con un maravilloso futuro por delante pero un día ese sueño se ve truncado tras una aparatosa caída que le impide volver a bailar ahora trabaja en la academia de su padre, fallecido en un misterioso accidente de tráf...