Concurso Nacional de Baile, 2006.
Natalie estaba a punto de salir al escenario pero sus zapatos aún no se los habían dado. Vestida con un traje color amarillo amarrado en un hombro y su melena de color oscuro cayéndole en cascada por la espalda. Poseía un porte especial con su nariz fina al igual que su barbilla. Sus grandes ojos oscuros revelaban su naturaleza hispana.
Preocupada miró a su alrededor en busca de Gillian, su hermanastra, la cual se había llevado sus zapatos para que los limpiaran un poco.
-Maldita sea, Gillian, ¿dónde estás?- preguntó Natalie a la nada.
Al momento apareció Gillian con los zapatos de la joven. Esta era el polo opuesto a Natalie, ya que esta era rubia y con los ojos claros, tan claros como el agua del mar cuando hacía buen tiempo. Natalie sentía envidia de la belleza de su hermanastra pero aún así, la joven ha conseguido ser la mejor bailarina juvenil del momento. Conocida por toda la nación siendo la bailarina de moda con su propia línea de ropa, cosméticos y perfumería.
Su fama era tal, que hasta tenía una línea de joyas muy vendida.
-Aquí estás- dijo Gillian.
-Menos mal.
-Ya están listos para que les des un buen uso- dijo Gillian sonriendo.
Natalie sonrió y se puso los zapatos. Su hermanastra la había convencido para que bailara con tacones a pesar de que ella no era muy amante de estos. Incluso lo del vestido amarillo fue idea de ella.
-¿No dará mala suerte? Los artistas dicen que cuando llevas algo amarillo da mala suerte- había dicho Natalie cuando Gillian le mostró el vestido que se pondría para el concurso.
-Oh Natalie, no seas supersticiosa- le dijo ella haciendo un gesto con la mano como descartando la idea de la mala suerte.
-Cualquier precaución es poca.
-Lo harás muy bien, hermanita.
De repente, se oyó la voz de la presentadora.
-A continuación vamos a presentar a una joven muy conocida por todos. Algunos la califican como la joven que mejor baila de toda la nación. Bailará una preciosa canción de estilo clásico. Un fuerte aplauso para Natalie Taylor.
Natalie inspiró hondo y salió al escenario. Se colocó y esperó a que sonara la melodía. Cuando comenzó a sonar los primeros compases, la joven comenzó a moverse.
Notó que los zapatos resbalaban un poco pero no le dio mucha importancia. Cuando se acercaba el momento de dar el salto, Natalie lo hizo perfecto pero al volver a poner los pies en el suelo, resbaló y cayó al suelo. Intentó levantarse pero el tobillo le dolía al igual que la rodilla.
Rápidamente, muchas personas se acercaron, entre ellos, Gillian; Mark, su padre e Yvette, su madrastra.
-Hija ¿qué sucede?- preguntó su padre arrodillándose junto a ella.
-Mi tobillo y mi rodilla, me duelen.
-¿Puedes levantarte?
-No lo sé, me duele, tengo que acabar el baile, papá, tengo que hacerlo.
-Pero no puedes.
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Bailes de Pasión
RomanceNathalie era una joven bailarina con un maravilloso futuro por delante pero un día ese sueño se ve truncado tras una aparatosa caída que le impide volver a bailar ahora trabaja en la academia de su padre, fallecido en un misterioso accidente de tráf...