Academia de Música, Baile e Interpretación Taylor, 2009.
El interfono no dejó de sonar hasta que ella apretó el botón.
-¡Tienes que limpiar la galería principal! ¿Se puede saber qué estás haciendo?
-Ya voy, estaba colocando tu ropa en el armario.
-¡Olvídate de eso ahora, ve a limpiar la galería principal! Los alumnos están a punto de llegar.
-De acuerdo.
La joven dejó la ropa y corrió a la galería principal para comenzar a fregarla. Se puso su MP4 a todo volumen para refugiarse de todo lo que había a su alrededor, era la mejor forma de olvidarse de lo que pasaba.
Entonces sintió que alguien la empujaba haciéndola caer al suelo.
-¡Aparta de mi camino, fracasada!- espetó Gillian.
La joven se quitó los auriculares mirando a la rubia.
-Tengo nombre, Gillian.
-Sí, es el de fracasada.
Natalie la miró con ceño fruncido.
-Llegué a pensar que éramos amigas, que no eras como tu madre…
Gillian rió escandalosamente.
-¡Qué ingenua has sido! Te hice creer que éramos amigas para hacerme un hueco en este mundo.
-Tú no sabes bailar…
-Natalie, querida, yo sí sé bailar, tú eres la que ya no sabes ¿o acaso olvidas lo que le pasó a tu pobre rodilla?- dijo Gillian fingiendo pena- oh vaya, no debí habértelo recordado- dijo la joven tapándose la boca con la mano como si hubiese dicho algo que no debía.
Natalie se levantó y desvió la mirada, no quería demostrar que le habían dolido las duras palabras de su hermanastra, lo que a esta la hizo sonreír.
-Déjame en paz, Gillian.
-Qué ironía lo tuyo ¿no crees? Hasta hace apenas tres años eras una gran bailarina que acabó fracasando y ahora trabajas aquí limpiando, ¡en una academia de baile! Dime ¿qué sientes al ver a todos bailando a tú alrededor y tú no poder hacerlo?
La joven no dijo nada y salió corriendo de allí hacia su habitación. Al entrar, cerró la puerta y se apoyó en esta. Luego se sentó en su cama y cogió la foto que tenía en su mesilla de noche.
Una foto de su padre y ella.
-Papá, te echo de menos- dijo la joven recostándose.
A su alrededor, todo eran posters de ella cuando era bailarina Las había dejado para recordarse que una vez había estado en los más alto y que ahora se encontraba en el lodo. Se miró la pulsera que un tiempo atrás se había vendido tanto. Una preciosa pulsera de colgantes de todo tipo: una nota musical, una N, una bailarina e incluso una herradura de la suerte.
Natalie sonrió con tristeza, esa herradura no la había ayudado como hubiera querido. De repente, tocaron en la puerta y la joven se incorporó.
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Bailes de Pasión
RomanceNathalie era una joven bailarina con un maravilloso futuro por delante pero un día ese sueño se ve truncado tras una aparatosa caída que le impide volver a bailar ahora trabaja en la academia de su padre, fallecido en un misterioso accidente de tráf...