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Cómo le explicaba a sus padres que iría a Londres con sus amigos vampiros a lo que probablemente era un plan suicida y no a Japón.  Y ¿que le diría a Teodora?

Esto estaba resultado bastante complicado pero tenía que tomar el riesgo. Gerard tenía razón, jamás podrían estar juntos si no averiguaban qué es lo que estaba pasado ¿por qué Gerard reaccionaba así ante la sangre de Frank? O ¿por qué después de beber de su sangre ambos podían ver la vida del otro? No tenía sentido.

Se dirigió a la caja fuerte que se encontraba en la habitación de sus padres y presionó las teclas de su cumpleaños. Dentro de la caja se encontraban bastantes joyas llenas de piedras preciosas, efectivo y documentos importantes.

Tomó todo el efectivo y lo metió dentro de su mochila, lo necesitarían para al viaje. Sus padres ni siquiera lo notarían.

Después se dirigió a su habitación e hizo las maletas. No sabía exactamente qué ropa debía llevar ¿cuánto tiempo estarían allá? ¿Una semana? ¿Un mes?  Termino por empacar varios pares de jeans y demasiadas sudaderas.

Claro que no se iría sin despedirse de Teodora.

— He decidido que iré a Japón, ahora—le mencionó.

—¿qué?—exclamo ella—¿tan pronto? Creí que esperarías después de la graduación.

—así era, pero decidí ir ahora para ver con mis propios ojos como es ... digo, ¿qué tan si me mudo y resultas que no me gusta?—balbuceo—solo serán unas semanas.

—tienes razón Frankie—respondió ella—no me gustaría que hicieras ese cambio tan Grande y que al final no sea de tu agrado ese lugar.

—te llamaré en cuanto llegue, lo prometo.

Se dirigió a casa de Gerard y Mikey de dónde pidieron un taxi al aeropuerto. Frank compró tres boletos para el primer vuelo con destino a Londres.

Frank iba vestido bastante casual, llevaba puesto unos jeans, un suéter y un par de zapatillas converse. Mientras que Gerard y Mikey iban casi completamente cubiertos de pies a cabeza. Traían puesto unas gabardinas, botas, guantes, lentes de sol y sombrero.

—eso luce bastante incomodo para un vuelto tan largo.

—no podemos arriesgarnos, mucho menos en publico—respondió Gerard.

—creo que ir cubiertos los hace lucir aún más sospechosos.

—siento que parecemos un par de señoras con pésimo gusto—mencionó Mikey.

El vuelo duró más de 10 horas. Los hermanos la pasaron fatal ya que los vampiros no duermen. Frank se quedó dormido casi todo el viaje sobre el hombro de Gerard por lo que este se rehusó a moverse por miedo a despertarlo. Los hermanos intentaron ver película durante el viaje pero a ninguno de los dos les gustó el catálogo que tenía disponible el avión así que solo vieron Orgullo y Prejuicio como 5 veces. Ambos aseguraban que era una obra maestra.

Cuando finalmente llegaron a Londres, Frank pagó en efectivo una habitación de un hotel del centro por una semana. Era bastante bonita, tenía una cama tamaño king, claro que solo Frank dormiría en ella.

—bien, estamos aquí—suspiro Mikey una vez en la habitación.

—por la noche saldremos y buscaremos en El Monstruo, Ray mencionó que ahí se encontraban los vampiros viejos. Los buscaremos y le preguntaremos lo que saben.

—¿qué hay de mi?—preguntó Frank.

—No deben de saber que venimos con un humano, podría ser peligroso.

—y podrían usarlo en nuestra contra—agregó Mikey.

—Tú saldrás por el día e investigarás lo que puedas.

—de acuerdo.

Los hermanos salieron por dos noches seguidas  y Frank por por dos días pero no lograron dar con ningún lugar llamado El Monstruo. Frank preguntó a extraños en la calle, incluso lo buscó en Internet pero no encontraron nada. Era extraño encontrarse en una ciudad completamente y que ninguno de los tres se interesara en lo más mínimo en conocerla.

Frank pensó qué tal vez cuando todo esto acabara y finalmente encontraran una respuesta a su pequeño problema, él y Gerard podrían ir a pasear como simples turistas y tener una cita romántica, tal vez en el Big Ben o el museo británico. Mikey también podría ir.

—tal vez ahora se llame diferente—opinó Frank.

—Quizás pero es un club secreto, no se supone que lo encontremos tan fácil—agregó Gerard.

—Si encontramos a un vampiro quizás ellos nos lo digan.

—excelente idea, será mucho más fácil encontrar a otro vampiros.

Al día síguete Frank salió en busca de vampiros o alguna señal de ellos. Sabía que no sería fácil pues no muchos vampiros salían durante el día, pero por experiencia sabia cómo identificarlos. Solo tenía que recordar cómo Gerard y Mikey solían salir, completaste cubiertos de pies a cabeza. Dio varias vueltas por el centro de la ciudad hasta que se encontró con un grupo de tres hombres, todos con sombrero, lentes de sol y guantes. Los siguió durante un par de horas hasta que se metieron en un departamento. Volvió al hotel a contarles a los chicos.

Al anochecer Gerard y Mikey se dirigieron hacia la dirección que les indicó Frank y al cabo de un un par de horas los vampiros salieron del lugar. Los reconocieron fácilmente y los siguieron. Al cabo de uno minutos el grupo se adentró en un callejón oscuro y apestoso. Los hermanos entraron también pero ya no había nadie.

—por ahí— señaló Mikey una alcantarilla.

—debe ser una broma.

Entraron en las alcantarillas, ambos con disgusto. Una vez adentro escucharon una vibración, como música a lo lejos. Caminaron chapoteando sus zapatos en las aguas sucias hasta llegar a la fuente de sonido. Era una puerta redonda, más bien un hoyo en la pared. Dos hombre de negro se encontraban parados haciendo guardia. Al ver a los hermano estos se posicionaron frente a la puerta impidiendo el paso.

—No lo habíamos visto antes—dijo uno de ellos mirándolos sospechosamente.

—somos nuevos en la ciudad—dijo Gerard—venimos de América.

—No confiamos en los extranjeros—dijo uno de ellos frunciendo el ceño.

—Fuimos invitados.

—¿invitados por quién?

—Lindsey Ballato—respondió Gerard Esperado que la mujer utilizará su apellido de soltera.

Los guardias intercambiaron una mirada y uno de ellos asintió con la cabeza. Se hicieron a un lado dejando el paso libre.

—Las reglas, solo un humano por vampiro, prohibido que salga con vida. No importa que conozcan a Ballato, si rompen las reglas serán asesinados.

Tragaron saliva nerviosos.

Estaban dentro. Estaban dentro del Monstruo.

El Vampiro de la Calle 37 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora