36º

120 21 24
                                    


—tenemos que hablar—fue lo primero que dijo Gerard al regresar al hotel.

Mickey y Frank intercambiaron una mirada al percibir el tono frío y abrupto en las palabras del hermano mayor por lo que rápidamente se dieron cuenta de que no podía tratarse de nada bueno.

—¿qué pasa?—Mickey se puso de pie y caminó hacia su hermano inmediatamente—¿qué te ha dicho Lindsey?

Un escalofrío cargado de temor recorrió el cuerpo de Frank al sentir la mirada de Gerard sobre él, como si supiera que las palabras que estaba a punto decir lo lastimarías él y solo a él.

—Pidió que nos quedemos y que no uniéramos a ella—soltó sin más. No trató de ser delicado o suavizar la noticia ¿cómo podría suavizar una noticia así? Y más importante aún ¿cómo podría suavizar el hecho de que ya había tomado una decisión? Decisión que no animaría la situación.

—Dijiste que no, por supuesto—afirmó Mickey como si fuera la única opción lógica. Su hermano no podía estar tan demente como para siquiera considerarlo.

Gerard no respondió. Sus ojos miraron a Frank con tristeza.

—Gerard...—Frank se levantó de su lugar muy lentamente, como si cualquier movimiento brusco fuera a activar una bomba que estallaría en cualquier momento—No me digas que...

—No le he respondido aún, pero...—lo interrumpió bajando la mirada. No tenía el
Valor de mirar a Frank o a su hermano mientras aquellas palabras salían de su boca—aceptaré su propuesta.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Frank.

—¡Te has vuelto loco!—exclamo Mickey—Ni siquiera lo consultaste con nosotros.

—Esa es la otra cuestión. Solo yo me quedare y ustedes volverán a casa.

Frank sintió una puñalada en el corazón. Gerard no podía simplemente abandonarlo.

—Pero yo...—comenzó a titubear Frank.

—Me quedaré contigo—se apresuró a decir Mickey con voz segura—no te dejaré solo.

—Mickey podría ser peligroso—le advirtió.

—No me importa Gerard, eres mi hermano y si crees que debes hacer esto entonces lo haremos juntos, ademas necesitarás a alguien que cuide tu espalda—Michael colocó una mano sobre el hombro de su hermano en señal de solidaridad. No había nada que deseara más que regresar a la tranquilidad de New Jersey pero amaba a su hermano quien había sido su compañero de vida por tantos años, no podía simplemente abandonarlo y además, sabía lo terco que era Gerard por lo que no sería fácil hacerlo cambiar de opinión.

—te lo agradezco—respondió Gerard con una ligera sonrisa ante el apoyo de su hermano.

—Yo también quiero quedarme—interrumpió Frank. Se negaba a simplemente marcharse.

El semblante de Gerard cambió, su mirada se volvió fría y su sonrisa desapareció.

—Frank...—comenzó. Sabía que dejarlo sería la parte más dura de todo esto. No quería dejarlo y sabía que Frank se negaría pero simplemente no podía exponerlo a tanto peligro.

—Por favor—rogó el más chico. No podía simplemente abandonarlo, no podía.

—Frank no...

—Gerard, por favor—rogó con los ojos cristalinos.

—¡Basta!—exclamó Gerard. Frank se paralizó y una lágrima rodó por su mejilla—No te lo estoy preguntando, regresarás a casa.

—¡esto es tan injusto!—gritó.

—¡No se trata de ser justos, Frank!

—No puedes obligarme a regresar.

—No hay otra opción, no puedes venir con nosotros.

—Me quedaré aquí...

—No puedes vivir en este hotel para siempre.

—Gerard tiene razón—interrumpió Mickey con voz calmada, tratando de suavizar la situación—es demasiado peligroso para ti Frank, no podemos arriesgarnos a hacerte daño.

—Yo...yo...—no tenía ningún argumento válido. No importaba lo que dijera sabía que no tenía oportunidad. Era débil, pequeño y frágil; un simple humano. No estaba a la altura.

Gerard respiró profundamente tratando de calmarse. Esta situación no le gustaba nada y tampoco le agradaba la idea de separase de Frank pero lo amaba demasiado y es por eso que no lo arrastraría con él al nido de ratas al que estaba a punto de meterse.

—Frank por favor, trata de entender—explicó con voz más calmada. Le dolía ver a Frank llorar pero debía decirle lo que pensaba—quiero hacer esto por ambos, Te amo demasiado pero no quiero estar contigo si eso significa que podría lastimarte, por eso debo hacer esto, debo hacerlo para encontrar respuestas, respuestas que podrían estar allá abajo.

>>Jamás podría pedirte que sacrifiques tu bienestar y tu tiempo quedándote aquí. Regresa a casa, ve a Japón con tus padres, haz amigos, vive tu vida...prometo que algún día volveré y estaremos juntos, no descansaré hasta saber la verdad, yo...lo prometo.

Gerard rodeo a Frank con sus brazos y le dio un fuerte abrazo del que desearía jamás separarse. Lentamente Frank le correspondió y hundió la cara en el cuello del más grande aprovechando los últimos momentos de cercanía que les quedaban.

Frank perdió la batalla y se resignó a hacer su maleta. Esa misma noche compró un solo boleto de regreso a casa.

****

Holaaaa

Quisiera disculparme por tardarme en actualizar, soy muy lenta escribiendo:(

No importa que me tarde 10 años esta historia se acaba porque se acaba :) así que estén al pendiente.

Gracias por leer <3

El Vampiro de la Calle 37 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora