De pie, en la sala y con los brazos cruzados se encontraba el otro hombre al que Frank había visto en sus sueños.—Frank, te presento a mi hermano Michael—le dijo Gerard.
—Hola...—saludó Frank tímidamente.
—¿te has vuelto loco?—le gritó Michael a su hermano, ignorado por completo a Frank—¿no te cansas de ignorar todo lo que digo?
—Cálmate Mikey.
— Eres increíble—rodó lo ojos y salió de la casa azotando la puerta.
Frank no necesitaba ser un genio para saber que su mal humor se debía a su presencia, claramente Michael no quería que alguien como él supiera sus secretos.
—Por favor ignora a mi hermano, es un poco exagerado—cambió el tema—ven, tengo algo que mostrarte.
Lo guió a la parte trasera de la casa que estaba en mucho mejor estado y más limpia que la sala. Entraron en una habitación y el mayor entendió la luz de lo que parecía un estudio de arte.
Las paredes estaba llenas de dibujos, sobre el escritorio había varios materiales de arte como pinceles y lápices de colores.
—¿puedo hacerte una pregunta?—Dijo Gerard cerrando la puerta detrás de ellos. Frank asintió nervioso—¿tú crees en el destino?—Frank no supo que responder—hace unos cien años yo habría dicho que no, pero tú eres la prueba de que estaba equivocado.
Gerard se giró y de un cajón sacó una caja la cual contenía varios dibujos.
—cuando comencé a ver tu vida en mis sueños estaba seguro de que te había visto antes pero no lograba descifrar dónde.
—Eso es imposible.
—Lo se pero mira esto—sacó una cuántas hojas de la caja y se las entregó al chico. Eran tres bocetos a carboncillo, todos contenían ilustrado el retrato de Frank. —dales la vuelta—dijo Gerard. Obedeció y comprobó que los tres papeles tenían fechas diferentes: 1810, 1892 y el más reciente en 1965. Mucho antes que de si quiera los padres de Frank existieran.—Te había visto en mi mente.
Frank se ruborizó al escuchar esas palabras.
—¿qué crees que significa todo esto?
—No lo se...la única persona que podría darnos respuestas se ha ido.
—¿hablas de Lindsey?
—Si, ella me convirtió en lo que soy ahora y siempre supo muchas cosas que nunca me contó. Cuando se marchó se llevó todas las respuestas.
—¿sabes dónde está? Quizás podríamos buscarla—sugirió Frank.
—La última vez que la vi dijo que se marcharía a Londres y no creo que eso sea una buena idea, verás...ella y yo no quedamos en muy buenos términos.
—debe haber otros como tú que sepan que está pasando.
—No hay, al menos no aquí... solo he conocido a dos más que se han vuelto amigos míos, Ray y Bob, pero no saben nada.
—creo que jamás tendremos respuestas.
—No necesitamos respuestas—dijo Gerard —tal solo necesitamos aceptar que tenemos una inexplicable conexión.
—supongo que si...—Frank le sonrió y Gerard le devolvió el gesto.
Pasaron un rato hablado de cualquier cosa hasta que se hizo un poco tarde, tarde para Frank. Gerard se ofreció a acompañarlo a su casa ya que la noche era peligrosa.
—Gracias por acompañarme—dijo Frank una vez llegaron a su casa.
—Descuida, no es problema—sonrió Gerard—espero que esa adorable mujer con la que vives no esté molesta porque llegaste tarde.
—¿Teodora? Por supuesto que no—rió—a ella le agrada que tenga amigos, aunque piensa que son...
—¿esos chicos que te molestan?—Gerard frunció el ceño.
—Si...—bajo la mirada.
—Debes hacerle frente, tener coraje.
—Lo intentaré, algún día—rió Frank tratando de darle menos importancia al asunto.
Estaba a punto de despedirse y entrar a su casa cuando Gerard empezó a hablar.
—Me preguntaba...—balbuceó.
—¿qué pasa?
—Me preguntaba si te gustaría salir conmigo—soltó—mañana.
—por supuesto—Frank deseaba con todo su corazón que la oscuridad de la noche ocultara el rubor en sus mejillas.
—Genial—exclamó—vendré por ti a las 6 ¿te parece?
Frank asintió. Se despidieron y el chico entró en su casa.
Se quedó un momento en la puerta sintiendo un montón de mariposas en su estómago. Tenía una cita con Gerard, el hombre que apenas conocía pero al mismo tiempo sentía como si hubieran estando juntos toda la vida.
—¿Frank, eres tú?—Teodora apareció de la nada sacando a Frank de su burbuja—¿estabas con Brendon?¿te divertiste?
—Si, estaba con Brendon—mintió y no pudo evitar soltar una sonrisa traviesa.
***
Holaaaa
Que les está pareciendo hasta ahora??
Recuerden que siempre pueden darme sus opiniones o sugerencias <3
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El Vampiro de la Calle 37
Teen Fiction"-¿Tú crees en el destino?-preguntó Gerard. Frank no supo que responder.-Hace unos cien años yo habría dicho que no, pero tú eres la prueba de que estaba equivocado". Frank es un chico solitario, un día asiste a una fiesta con la intención de hacer...