~Amor de hermanos~

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¡¡ ℬ𝓊ℯ𝓃𝒶𝓈 !!
¡¡𝓨𝓸𝓲 𝓽𝓼𝓾𝓲𝓽𝓪𝓬𝓱𝓲, ℒ𝒾𝓉𝓉𝓁ℯ 𝓈𝓊𝓃𝓈 ✨!!

❀࿇C̶̶o̶̶m̶̶e̶̶n̶̶c̶̶e̶̶m̶̶o̶̶s࿇❀

-Este capítulo lo reescribí porque no me gustó el primer resultado, esta parte me gusta más-

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I think i like it.

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𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗 𝚎𝚗 3𝚊 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊:

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𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗 𝚎𝚗 3𝚊 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊:

El sound hashira sostuvo con vigor sus dos armas y se acercó hacia el recién aparecido en escena, tan rápido como sus habilidades le permitían. Es decir, en un parpadeo. Al momento en el que el frio hierro que componía las dos espadas rozó el cuello de aquel demonio, se produjo un estallido intencional, causado por el de cabellera clara. 

Acabó en el lado contrario a los demás en la sala, levantando una nube de polvo por su ataque. Quedó estático al saber que no fue capaz de hacer el corte deseado en la estructura del recién aparecido. Fue demasiado rápido, incluso para él. Con lentitud se giró para ver a sus espaldas. Sus pupilas se contrajeron al ver como los dos demonios estaban intactos de su ataque y en una esquina de la sala. 

Llorar no sirve de nada — aquel demonio de singular aspecto brindaba suaves caricias en el cabello de la sexta, que seguía tratado de sosegar su llanto — Podrías pegarte la cabeza tu sola. 

El nuevo demonio parecía ser un hombre alto, con la piel grisácea y algunas manchas parecidas a la tinta esparcidas por su cuerpo de forma aleatoria. La parte de arriba de su cuerpo era bastante musculosa, y a medida que ibas bajando la vista eras capaz de apreciar lo delgadamente inhumana que se volvía su cintura, remarcando su pelvis demasiado marcada. Las vertebras de su columna también sobresalían excesivamente.  Su cabello color negro se iba volviendo de un tono verde a medida que descendía hasta las puntas. Y su vestimenta era muy simple, unos pantalones holgados de un color azul grisáceo, y unos cuantos trozos de tela color rojo granate, decorando la parte superior de su cuerpo. El cuello, brazos y muñecas. 

No tienes cerebro. 

El tono de su voz era anodino y átono. La forma en la que dialogaba era completamente calmada y no parecía tener ningún inconveniente en darle las espaldas a un cazador de un nivel tan alto como lo era el de ojos color fucsia. 

De mi origen a mi destino. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora