Heartbroken, misspoken, breaking anything I touch.
I'm not in love, I won't let you control what I want.
Hate me, won't break me, I'm killing everyone I love.
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𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗 𝚎𝚗 3𝚊 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊:
Las condiciones en las que se encontraban no eran las mejores. La mayoría estaban heridos, y los que no, no podían encargarse de atacar y proteger a sus compañeros. Uno de ellos tenía un plan, pero necesitaba tiempo y buscar el momento indicado para ejecutarlo como era debido. Iba a ayudar a los cazadores.
De la nada salieron varios kunai en dirección a la sexta, en el momento justo en el que los cazadores estaban lo suficientemente lejos como para no salir heridos por ellos.
— ¿Qué es eso? ¿Kunai? — se cuestionó mentalmente mirando los objetos afilados que se dirigían a él — Es un fastidio lidiar con tantos con un pilar delante. Qué ataque más molesto.
Con una sonrisa surcando sus finos labios y mostrando sus marcados dientes, observaba con detenimiento como las armas se acercaban con mucha velocidad. Pero no la suficiente.
— Además hay cuatro cazadores novatos. En fin, no me harán nada, aunque me... — se detuvo al pensar mejor las cosas. Había algo que no le cuadraba en todo esto — No, espera. ¿De verdad usaría un ataque tan inútil?
Apoyó su pie izquierdo en el suelo. Con dinamismo y con la ayuda de sus hoces desvió todos y cada una de las armas ninjas, sin que alguna de ellas le rozase por lo menos un pelo. Fue tan rápido que lo único que se veía era el rastro que dejaban sus ataques gracias al borde deslumbrante de estas.
— ¡Kekijutsu! ¡Arcos desenfrenados! — de nuevo esa linfa color rojo que anteriormente salía de las guadañas, reapareció, pero esta vez alejando por completo ese incomodo armamento que ya fastidió.
