☁️ 069 ☁️

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Ya había pasado más de dos meses de la muerte de la señora Jeon... Jungkook mejoró poco a poco con ayuda de su amado mochi y sus dos princesas, también debía agradecer a su suegro y amigos de Jimin que lo animaban en ciertas ocasiones.

Hoy sería el día que renovarian sus votos...

Tenían más de 13 años juntos, más de 13 años donde apesar de miles y miles de situaciones habían podido construir un hogar y amor tan fuerte que hasta el día de hoy sólo ellos tienen el poder de destruirlo.

Jungkook iba de un lado otro revisando que todo estuviera bien.

-No, las rosas rojas no van aquí–Jungkook suspiró. -Van al lado del altar, las de las mesas son rosadas con blancas...

-Si señor, ya arreglo eso–La mujer asintió y se llevó la decoración de rosas rojas para llevarlas a donde debía.

Jungkook habló con los encargados de como tenía que estar todo y fue a su habitación, se puso el traje que le habían dejado sobre la cama y suspiró al verse en el espejo.

-Me hubiera gustado que estuvieras aquí mamá...–Susurró.

Alguien entró rápidamente a la habitación sorprendiendolo.

-¿Mochi que haces aquí?–Preguntó Jungkook acercandose a él.

-Puedes creer que no me querían dejar verte disque por que es de mala suerte?–Jimin le abrazó el cuello y le dio un suave beso. -Eso ya no aplica para nosotros...

-Vas a enojar a quien te lo dijo...

Jungkook rio suave cuando Jimin lo jaló hacia la cama... Lo tiró y se le subió encima.

-Mochi...

-Solo bésame, cuando estemos afuera con toda esa gente no podré comerte los labios por que mi papá me golpearia...

Jungkook iba a reír pero Jimin no lo dejó por que lo besó, puso sus dos manos sobre la cama y se empezó a restregar contra su marido. Jungkook puso sus manos en la cintura de Jimin agarrandolo con fuerza para ponerlo sobre la cama y aumentar la presión de su beso.

Jimin subió sus piernas y bajó sus manos hasta el trasero de su esposo empujandolo hacia abajo y gimiendo por sentir su bulto.

-¡Ah kookie!–Jadeó Jimin cuando Jungkook movió sus caderas. -¡Sigue sigue!.

Jungkook bajó sus labios al cuello de Jimin y le hizo un chupado. Este sonrió satisfecho y más cuando su esposo volvió a besarlo apasionadamente.

-¡Si estan desnudos cubransen, voy a entrar!–Gritó el señor Park.

Jungkook se separó abruptamente de su esposo, su suegro no le dio ni tiempo de levantarse cuando ya había abierto la puerta.

-Dios santo–Suspiró el señor Park al ver como su hijo y su yerno se acomodaban la ropa. -Están llegando los invitados y ustedes en estas?... ¿Acaso son dos adolescentes que no pueden calmar sus hormonas?–Preguntó negando levemente.

-Papá a ti te hace falta un poco de estos actos hormonales–Jimin se levantó rápido cuando su padre se le iba a tirar encima.

-¡Este mocoso, no soy un hormonal como tu!–El señor Park tomó una almohada y se la tiró pero Jimin la atrapó. -¡Abajo te portaras como un hombre decente!–Le exigió.

-Puff tengo derecho de besar y manosear a mi esposo–Jimin se cruzó de brazos y corrió a otro lado de la habitación cuando su padre quiso agarrarlo. -¡Papá yaaa!.

-¡Comportarte Park Jimin!.

-¡Pero papá, ya no soy un niño, tengo marido e hijas!–Gritó Jimin frustrado.

Tres son Multitud 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora