De Vuelta Al Pasado

11. Duda y uno Nott muy Lovegood

La mayoría de personas aprovecharon el momento libre que les dió el profesor, lastimosamente un grupo de algunas personas no pudieron aprovechar ese tiempo ya que tenían problema internos que discutir.

La hora de la cena se sintió tensa en la mesa de las serpientes, habían estado tan encimismados en resolver asuntos que ni siquiera se detuvieron a pensar en que mesa se sentarían.

Desde que Lucius una hora antes había salido después de intercambiar unas palabras con la pequeña Sol había estado diferente, luego de la cena todos empezaron a retirarse, incluído los diez chicos junto con Jane, Sol, Diana y Athan.

— ¿quien es su madre?— insistía en preguntar Blaise.

— papi no insistas, no te lo diremos— dijo Diana sentada en la cama con sus piecitos colgando.

Luna y Astoria estaban sentadas juntas ya que al parecer Sol y Jane eran verdaderamente amigas, por lo que Sol se reusaba a dejarle sola.

Por otro lado Theo, Draco, Pansy, Daphne, Neville, Ron y Ginny se encontraban jugando ajedrez magico, bueno Draco y Ginny jugaban los demás solo veían como la pelirroja le ganaba al rubio.

Pero ajenos a todo lo demás la castaña y el azabache se encontraban cruzados de piernas en la cama hablando en voz baja.

— tal parece sobrevivimos— le dijo Harry a Hermione— será que...

— no lo sé Harry, hay la misma posibilidad de que si como de que no— respondió la castaña jugando con sus manos—¿ será que tenemos hijos?

— no lo sé, pero si no se cobró... Me preocupa que se herede— dijo Harry con el ceño fruncido— Ron nos va a odiar.

— es lo más probable, "el augurio de los cambios de la nueva era" no se que sea, pero no suena muy bien— dijo Hermione.

— tal vez solo sea el aviso de una nueva era... Sin tantos problemas— suspiro el azabache.

— o tal vez sea el aviso de algo peor— la castaña hizo una mueca.

— Mione, te amo pero hazme un favor— dijo el chico mirándola fijamente— nunca se te ocurra dar charlas motivacionales.

Los dos chicos rieron tratando aligerar el ambiente tenso que se había formado, esperaban que fuese solo una vaga sensación pero en el interior sabían que a ellos no les había tocado vivir lo más difícil.

En la sala de los menesteres el ambiente no era el mejor, la mayoría de los chicos estaban en un círculo platicando y tensos, sabían que mañana las cosas se irían complicando cada vez un poco más.

— te apuesto diez galeones a que en cuanto papá te vea se desmaya— apostó una pelirroja a un azabache.

— yo apuesto que en cuanto vean a Lily dirán que eres hija de mamá— dijo una pelirroja muy parecida a cierta Gryffindor, solo que está era morena.

— ¿como les diremos lo de Meissa?— pregunto un rubio

— vamos, Meissa creció como uno de nosotros— dijo una chica pelinegra.

— si, pero solo mi apellido inspira terror y desconfíanza... No seré bienvenida aquí al igual que no lo soy en el futuro— una chica de pelo blanco estaba en el piso abrazando sus rodillas.

— Lyra, Lyra... Quiero a mi mami— dijo una pequeña castaña de ojos mieles.

— mañana estarás con mamá, tranquila hermosa— le respondió la rubia de ojos mieles.

Eran aproximadamente las nueve de la noche cuando la puerta de la sala de los menesteres se abrió nuevamente dejando ver a un azabache que venía empapado de pies a cabeza.