27. ¡Que empiece el desmadre!

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Después de la subita desaparición de Rose, Dumbledore hablo.

— tendremos solo dos presentaciones más, cenaremos y cada quien irá a su habitación— Victoire venía caminando de la mesa de los profesores con una sonrisa nerviosa y casi que un tic en el ojo.

— bien chicos, solo dos presentaciones, necesitamos volver todos y creo que dos bombas en una noche es más que suficiente— dijo tomando una muy profunda respiración— sigues tu Potter, tu dirás quien es tu madre.

El chico Potter quedó pálido bajo la capa y casi que se le van las luces, pero como pudo se recompuso.

— claro— se coloco en pie y empezó a caminar hacia el centro del comedor.

En la mesa de Slytherin los chicos comenzaban a apostar de quien sería hijo el siguiente.

— estoy segura que el siguiente será hijo de una serpiente— dijo Pansy.

— apuesto de que será hijo de un Gryffindor — dijo Harry seguro.

Los dos chicos se miraron fijamente para luego apartar la mirada con rapidez con un sonrojo bastante notable cada uno.

Hermione viendo la incomoda, y cabe decir, extraña situación decidió intervenir.

— yo apuesto diez galeones a que la siguiente persona es una serpiente hecha y derecha — dijo con total seguridad.

— no lo creo, Granger— dijo Draco— estoy seguro que la próxima persona será un Gryffindor.

El chico rubio no tenía ni idea de porque lo había dicho, pero la cara de incredulidad de Hermione le dijo que valía la pena llevarle la contraria.

— ha veremos Malfoy, si yo gano tu me deberás diez galeones— dijo alzando la barbilla— más si tú ganas, yo los debere.

Era casi seguro que la castaña iba a ganar, no porque fuese adivina, sino porque rara vez se equivocaba... Pero aún así, el rubio acepto el reto.

El chico pelinegro bajo la capa, iba diciendo cuántas plegarias se acordaba, ¿Cómo lanzas una bomba y esperas salir ileso de ella?
La respuesta era simple no había forma alguna de hacerlo.

Respiro hondo dos veces antes de intentar hablar y quedarse helado, no era pánico escénico ni ansiedad social, ni nada por el estilo.

Era el saber que era posible desatar la segunda guerra mágica antes de tiempo, dio un repaso a la mesa de la serpientes dónde estaban sentados sus padres.

Aparentemente se llevaban mejor, lo cual le dio de una u otra forma algo de paz.

Tomo una profunda respiración una vez más, y hablo.

— buenas tardes Hogwarts— no sabría decirles que fue lo que dejó el comedor en silencio, si la presencia del chico, o la voz tan hipnotizante— mi nombre es Albus Severus Potter.

Dicho eso dejo caer su capa, dejando ver a un chico de piel clara, cabello negro azabache indomable y ojos verdes, una copia idéntica de Harry Potter.

El silencio se extendió en el comedor sin saber muy bien el porque, pero era claro que una tensión se sentía en el ambiente.

— te dije que sería un Gryffindor— dijo Draco por lo bajo.

Hermione estaba algo sorprendida, pero aún así puso sus ojos en blanco ante la declaración del rubio.

— y en eso te equivocas tío Draco— dijo el chico pelinegro— porque yo soy un Slytherin.

Si antes en el comedor había un silencio tenso, luego de las palabras del azabache todo quedó en un silencio aún más absoluto.

De Vuelta Al PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora