66.

185 36 16
                                    


—Si yo te contara... Si yo... —.


Un beso.


—Hazlo —.


Una caricia.


—No puedo —.


Un apretón.


—Por qué no —Hyukjae le olfateó el cabello.


—Porque no me creerías —DongHae cerró los ojos.


—¿Cómo lo sabes? —.


La pregunta del estudiante quedó suspendida entre ambos. El rubio levantó la cabeza mirando desde esa posición el rostro de quien no se cansaba de observarlo.


Los ojos de Hyukjae estaban hinchados. Casi combinaban con los labios que, debido a los besos, se le tiñeron de un encantador rosado. DongHae se aventuró a besarle nuevamente. Fue un contacto tan pequeño. Tan superficial en el que, no obstante, lo sintieron todo.


DongHae recostado en el pecho desnudo del universitario descubrió que éste se ponía nervioso con facilidad. Más aún por cada que sus ojos se conectaban. Los latidos de su corazón se desataban. Y le dejaban arrullarse con ese golpe insistente en el que al menos el músico se sabía satisfecho por provocar esos efectos.


—A veces me siento celoso —respondió DongHae delineando la barbilla de Hyuk con un dedo. Ambos guardaban un semblante agotado. ¿Cómo no? El amanecer estaba cerca. Y ellos no paraban de tener sexo—. Quisiera —se detuvo. Apretó los labios—. Quisiera que me tuvieras la misma compasión que a ella —golpe bajo—. Que me escucharas y me creyeras como a ella —.


Muy bajo.


Cuidadosamente, DongHae se le montó sobre las caderas. Sólo así evitaría que Hyukjae le evadiera la mirada.


Sostuvo sus mejillas. Con claridad le vio cambiar el semblante. Si bien no parecía molesto el simple hecho de mencionar a Emma, aun de forma indirecta, lo incomodó de golpe.


—Pero supongo —DongHae le delineó los pómulos con sus pulgares—. Que todos debemos pagar un precio por nuestros errores —se inclinó a besarle la frente. Bajó provocando que su nariz rozara con los labios de un estudiante silencioso que tenía una revolución en la cabeza—. Y el mío es saber que nunca confiarás en mí —respondió en un tono débil.


Más suave que el murmullo mismo.


Hyukjae lo supo. Ahí estaba. Su caída en lo más bajo. Los restos de su dignidad haciéndose añicos sin que pusiera alguna pizca de resistencia en el proceso.


Sus labios volvieron a rozarse.


Hyuk rápidamente levantó las manos para tomarle el rostro de igual forma. DongHae se quedó estático. Listo para recibir un rechazo en caso de que el otro hubiera procesado el acontecimiento. Y se estuviera arrepintiendo.


Pero esto no pasó.


El universitario acortó la distancia. Hizo que sus labios se adhirieran para besar a DongHae hasta que la profundidad ya no dio para más. Abrazados en el centro de la cama. Con las sábanas cubriéndoles la mitad del cuerpo.


Se abandonaron a sí mismos.


Y pretendieron no conocerse.


Un par de extraños en el hotel.


Dos personas sin nombre ni antecedentes mas que los de las últimas horas en las que se presentaron sobre la cama.


—Te extrañé tanto —murmuró DongHae en la interrupción breve del beso.


Hyukjae cerró los ojos con fuerza como si quisiera controlarse. Su estómago se contrajo. Aferró una de las manos a la cadera del rubio. Se negó a terminar el beso.


La respiración de ambos era un cúmulo salvaje que se restregaba en el rostro contiguo. El beso pecaba de violento. Y no se detenía.


Hyuk se empujó al otro costado.


Volvió a posarse encima de Lee DongHae. Inclinó la cabeza. Le enterró la lengua un par de segundos. Le acarició las piernas.


"Mierda...", gruñía en las profundidades de su mente. "Yo también te extrañé. Como un loco. Como un idiota. Te extrañé...".


Porque, aunque ambos pretendieran volver a los ayeres, eso era imposible.


Se conocían.


Estaban más conscientes de la existencia del otro que de sí mismos.


Y ese sería el mayor de sus tormentos. 




***¡Buen día! Disculpen la demora con los capítuos. No podré actualizar tan seguido. Por lo menos esta semana. Apenas tenga oportunidad vendré con la actualización. Sólo para darles un pequeño adelanto: a partir del próximo capítulo se empezará a desarrollar la perspectiva de DongHae junto con lo que implica su vida. Así que espero lo estén anticipando tanto como yo. ¡Nos leemos hasta entonces! ¡Cuídense!***

Adagio [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora