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***Advertencia: si eres sensible con lecturas para adulto te recomiendo que evites este capítulo. Cabe aclarar que esto es mera ficción y entretenimiento. Fácilmente puedes decidir si continuar o no. Pero es bajo tu responsabilidad.***


Al abandonar el barco durante la madrugada del día en el que concluía su viaje, DongHae creía que el recuerdo de Lee Hyukjae era nada más un sentimiento y un pensamiento pasajero que se disiparía con el transcurrir de su cotidianidad relegada a tierras extranjeras.


Y se dio cuenta de su errónea conclusión en tan solo unos cuantos días.


O tal vez fueron horas.


Porque, aunque tuviera presente la crueldad de su proceder, descubrió que olvidar jamás fue una opción tratándose del estudiante que se le metió hasta por debajo de la piel.


¿Cómo se supera algo o alguien que no quiere ser superado?


Lee DongHae vio múltiples tropezones en su búsqueda de calor a medida que las noches transcurrían. La consciencia le enloquecía al grado en el que hubo momentos en los cuales se refugió en las entrañas de Emma sin dejar de pensar en Hyukjae.


¿Eso le hacía alguien enfermo?


Frustrado. Porque evidentemente jamás sería lo mismo. Ni de forma física ni emocional.


Con Emma no se sentía en el último instante de su vida. El que se goza hasta las últimas consecuencias y sin remordimiento alguno.


Con Emma no parecía que su ser desfallecía para luego renacer mucho más deseoso de un nuevo contacto.


Con Emma no se le cortaba el aliento por cada caricia.


Con Emma no le temblaban las manos.


Con Emma no se sentía ansioso por la desnudez.


Con Emma no había orgasmos conscientes.


Con Emma, nada.


Con Hyukjae, todo.


Volvió a la habitación bien entrada la madrugada. A pesar de que Olivia insistió en que probara bocado tenía el estómago revuelto. Y se negó en las tres ocasiones.


Ingresó con cautela suponiendo que Emma dormía. Rogaba por ello. Pero tan pronto como la puerta rechinó al ser abierta la poca luz de la lámpara junto a la cama le hizo arrastrar la mirada.


Su estómago ardió con ganas. Se le cortó el aliento. Bruscamente se impulsó y cayó de rodillas en el suelo al ver su violín tirado con las cuerdas trozadas y enrolladas por la tensión que acumulaban. Justo al lado, sentada en la orilla de la cama con los pies balanceándose, Emma le observaba sin expresión alguna. Metida en su provocativo camisón de noche conformado por seda en azul oscuro.

Adagio [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora