Me beso la cicatriz con cuidado, dejando besos suaves y provocativos sobre ella a la misma vez que descendía por mi abdomen y desabrochaba el botón de mi pantalón corto. Enterré mis dedos en su pelo y arqueé un poco la espalda cuando la punta de su lengua se deslizó por la parte baja de mi abdomen.—Gavi... —gemí y tocaron a la puerta.
Gavi y yo nos miramos directamente a los ojos.
—¿Esperas a alguien? —pregunté, molesta.
Gavi trepó por mis piernas y me dio un pico.
—No —me dijo y volvieron a tocar.
—Parece urgente —le dije aún más molesta.
—Para mí lo único urgente eres tú, Gala —me susurró y sonreí un poco.
—Gavi —dijo una voz femenina desde el otro lado de la puerta —. Gavi, ¿estás aquí?
Quité a Gavi de encima de mí, tirándolo a la cama y me puse la parte de arriba del bikini y me abroché el botón de mi pantalón.
—Gala, ¿a dónde vas?
—Te dejó con tu novia —le dije y caminé hacia la puerta.
—Gala... —dijo Gavi y abrí la puerta.
La chica tragó grueso al verme.
—Una disculpa —le dije —. Como puede comprobar, ya termine con él —le dije y me fui a mi habitación con una rabia incontrolable.
Estaba celosa. Y si, lo estaba demasiado. Estaba demasiado celosa. Por Dios, ella tenía un buen cuerpo y era perfecta para él. Seguro que a ella no la machacaban por las redes sociales como lo hacían conmigo.
Cerré la puerta de mi habitación con rabia y salí al balcón, haciéndome el pelo hacia atrás mientras mis codos estaban apoyados encima de la valla del balcón y miraba mis pies.
Los celos me estaban reconcomiendo el alma y encima no vino detrás de mí. Pedazo de imbécil.
—Te odio —dije y miré hacia la playa.
Me bañé durante horas y no pude comer al salir de esa bañera en la cual había estado llorando por una razón estúpida. ¿En qué coño estaba pensando? Me iba a entregar a él después de todo. Después de convencerme a mí misma que no sentía nada, ya me iba a entregar a él. Por Dios, estaba muy mal de la cabeza.
***
Me puse un vestido de playa, cogí un bolso de mano donde metí el móvil, la cartera, la tarjeta de mi habitación y bajé hasta la playa.
Caminé por la playa, sintiendo como la brisa del mar chocaba contra mi vestido y lo hacía volar. Me sentía tan bien y tan mal a la misma vez, que decidí que la mejor opción para todo esto, era emborracharme.
Me metí en el bar que estaba en la playa y pedí una copa mientras me sentaba.
—Señorita...
—Ahora no —dije sin ni siquiera mirarlo.
—Pero...
—Pero nada —le dije y fui a sacar mi móvil, pero no tenía mi bolso.
Miré hacia el suelo y bajé junto a él, rozando mis dedos con los de él a la misma vez que nos clavamos la mirada de una forma ardiente.
—Se le cayó el bolso, señorita —dijo y me lo entregó a medida que íbamos incorporándonos.
—Perdone —dije y tragué grueso.
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Amor infinito #2
Novela JuvenilGala Ponce se sometió a un trasplante de corazón, pero los médicos la dieron por muerta. ¿Será eso cierto? ¿Un corazón nuevo podría volver a enamorarse de la misma persona? TODO LOS DERECHOS RESERVADOS. PROHIBIDA SU COPIA PARCIAL O TOTAL.