Busqué información en internet de las mejores terapeutas, pero al encontrarme indecisa llamé a Fernando una y otra vez hasta sacarlo de la cama. Se cabreó y se preocupó a la misma vez, pero al final me pego un grito que provocó que alejará el móvil de mi oreja. Cuando se le pasó el berrinche, me ayudó como buen padre suplente que era.
Apunte la información y los datos en una tarjeta y baje al restaurante a eso del mediodía, sentándome enfrente de Iván y tomando toda su atención inmediatamente.
—¿Necesitas algo? —me pregunto de malas maneras.
—En realidad, quién necesita algo aquí, eres tú.
—¿Y qué necesito, señorita Ponce?
—Llámame Gala. Y necesitas ayuda psicológica. Necesitas superar la muerte de Valeria.
Le extendí la tarjeta.
—¿Y crees que un estúpido especialista puede ayudarme?
—¿Y por qué no, Iván?
—No necesito tú lástima —dijo y se levantó, pero mi mano aterrizó en su antebrazo.
—Escúchame dos minutos —le supliqué y me miró directamente a los ojos, pero luego su mirada viajó hasta su brazo.
—Dos minutos —dijo y se sentó.
—Ve a Madrid y date la oportunidad de abrirte con alguien más que no seas tú solo. Surfear, viajar y conocer diferentes culturas está bien, pero también necesitamos sacar lo que tenemos dentro del pecho. Necesitamos eso que nos está matando y de lo cual huimos. Piénsalo, ¿si? Es bueno tratar la pérdida de un ser querido con alguien.
—¿Tú lo hiciste cuando fallecieron tus padres?
—No directamente, pero siempre tuve a mi padrastro. Siempre habrá alguien en el camino que te guíe, o sea tu soporte.
Me levanté de la silla y di dos pasos.
—¿Sabes lo que más duele? —Negué con la cabeza. —Duele saber que el corazón que antes latía por mí, ahora lo hace por alguien más. Cuídalo, por favor.
—Lo haré —le dije y di otro paso.
—Gala —me llamó y me giré hacia él —, estás enamorada de ese hombre. Todos nos hemos dado cuenta menos tú. Y con respecto al terapeuta, lo pensaré.
—Por detrás tienes mi número. Llámame si necesitas otra perspectiva.
—Lo haré si lo veo necesario —dijo y le di una sonrisa.
—Deberías regresar a Madrid por un tiempo. Creo que allí hay cosas por resolver.
—Quema —confesó.
—Entonces hay que ponerle remedio a ese fuego —le dije y asintió con la cabeza mientras la tarjeta chocaba contra la mesa entre sus dedos.
—Gracias —dijo.
—Gracias por llevarme a surfear —le dije y después de una mirada, salí del restaurante y fui hasta recepción a preguntar por Gavi, pero no podían darme razón de él.
Cuando salí por la puerta principal del hotel, lo vi a lo lejos y corrí hacia él con apuramiento y desespero. Las lágrimas brotaron por mis mejillas a medida que me aproximaba a él, y en el momento en el cual salte y rodeé su cuerpo con mis piernas, sonreí.
—Entre más te miro, más me enamoro de ti —le dije y sonreímos a la misma vez —. Tan guapo y tan mío —le dije y estampé mis labios contra los de él mientras Gavi me iba poniendo poco a poco en el suelo y tomaba mi rostro entre sus manos.
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Amor infinito #2
Fiksi RemajaGala Ponce se sometió a un trasplante de corazón, pero los médicos la dieron por muerta. ¿Será eso cierto? ¿Un corazón nuevo podría volver a enamorarse de la misma persona? TODO LOS DERECHOS RESERVADOS. PROHIBIDA SU COPIA PARCIAL O TOTAL.