Capítulo diez: Todo, pero contigo

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Entierro mis dedos en su pelo a medida que chupa, muerde y lame mi abdomen, pasando su lengua por la cicatriz de mi operación.

—A veces pienso que mi cicatriz te excita —le dije cuando llegó a mi boca.

—A mí me excitas tú —dijo con la respiración acelerada y lo atraje hacia mí, apoderándome así de su boca al completo.

Lo lancé a la cama y me agarró con ambas manos las nalgas, apretándome contra él y ahogando un gemido en su boca. Su rodilla choca contra mi vagina y la mueve muy despacio mientras nuestras bocas se siguen fundiendo sin control alguno.

—Gavi, para —le digo y su mano sube hasta mi nuca —. ¡Me voy a correr en tu rodilla si sigues así!

—¿Crees que me importa? —me preguntó, excitado —. Córrete, joder —gimió y me beso lento.

Mi vagina se desliza por su rodilla a la misma vez que sus manos lo hacen por mi espalda y nuestras bocas se siguen fundiendo a la misma vez que mi cuerpo se sigue calentando a mil grados.

—Gavi... —gemí excitada contra su boca.

Su mano se deslizó por mi abdomen y cerré los ojos al sentirlo como una llama ardiente que descendía por mi piel hasta desembocar entre mi vagina a la misma vez que comenzaba a correrme por su culpa.

Gemí contra su boca y sentí su labio inferior contra mi barbilla a medida que su aliento se mezclaba contra el mío y me aferraba a su nuca. Dios mío, si esto hace con una rodilla, ¿qué hará y provocara con su miembro cuando se corra dentro de mí?

Su miembro sigue totalmente excitado, duro y caliente contra mi muslo.

—¡No te muevas! —le ordeno y sonríe con picardía a la misma vez que cruza sus brazos por detrás de su cabeza, dándome una mirada totalmente lujuriosa.

Baje por su torso, recorriendo sus perfectas abdominales con la punta de mi lengua mientras lo miraba.

—Joder, Gala —dice y, cuando fui a tocarme, levante la cabeza y negué con ella, provocando que volviera a la posición inicial.

Terminó de descender por su increíble torso, la tomó en mi mano, abro la boca y lo tragó duro, deslizando mis labios por su caliente miembro mientras mis manos permanecen encima de sus abdominales.

—Gala... Joder, Gala. Madre mía —gimió.

Mis movimientos provocan que se mueva y gima con desespero mientras mis labios se deslizan por su miembro. El impulso de su cadera se hacen más intenso a medida que se la chupo de la manera más perfecta.

—Mierda, Gala. Estoy cerca —me dice y aumentó la velocidad.

Deseo probar de su clímax y quiero tener la satisfacción de su semen brotando por mis labios mientras mi garganta se prepara para tragar su sexo.

El miembro de Gavi se tensa aún más y se le hincha el glande, explotando dentro de mi boca y llenándola de él. Un chorro de su semen blando, espeso y algo salado recorre mi lengua y mi garganta lo acepta al completo.

—Ah... Joder, Gala —gime y la punta de mi lengua recorre la parte baja de su miembro mientras lo miro con lujuria.

Tiene los ojos cerrados y su torso brota del sudor y frustración. Pero en el momento en el cual me aparto, levanta ambas manos y me atrapa, sentándome encima de su regazo e incorporándose.

Me aparta el pelo con cuidado y rodeo su cuello con mis brazos, acariciando su pelo con sumo cuidado.

—Eres todo lo que necesito, Gala —dijo contra mis labios —. Quiero que seas parte de mi vida a largo plazo. Gala, sé mi compañera de vida, por favor.

Amor infinito #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora