Capítulo 21 Esin, Ismet y Onan

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— Con esta hierba tendrá contracciones y cuando las tenga deberá pujar Sultana — la doctora instruyó

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— Con esta hierba tendrá contracciones y cuando las tenga deberá pujar Sultana — la doctora instruyó.

Luego de consumir tan amargas plantas el dolor se hizo presente como le habían dicho Mevkibe empezó a pujar, no mucho tiempo después el llanto fuerte y claro de un bebé sonó en la habitación.

— ¿Qué es? ¿Qué es? — Sinever preguntó a un lado de la parturienta Sultana.

— Es una niña, una hermosa y saludable niña — la partera contestó sonriente.

La partera entregó a la recién nacida a su madre, Mevkibe se sentía extasiada, la Sultana besó con amor la pequeña cabeza aún sucia de residuos, era preciosa,  una de las cosas más preciosas que sus ojos han visto en esta vida.

La bebé fue tomada por algunas criadas para ser limpiada y como era costumbre la partera extraerá la placenta, vaya sorpresa se llevó al ver que esta aún se encontraba el dilatación, las cejas de la señora se arrugaron.

— Cariye dale más té herbal a la Sultana — ante tal petición Mevkibe observó confusa a la mujer sentada entre sus piernas.

— ¿Sucede algo? — Mevkibe preguntó, se repetía mental mente que todo está bien, debía mantenerse serena.

— Nada de que preocuparse Sultana — dicho esto una de las sirvientas salió de los aposentos sin que nadie se percatara de su presencia.

Al salir no había nadie en los pasillos, con pasos rápidos se encaminó a los aposentos de la Sultana Madre, lugar donde su señora estaba.

— Tengo noticias para la Sultana — dijo a las encargadas de la puerta.

Una de ellas entró y salió un momento después.

— Puede pasar hatun —

En los aposentos la familia real esperaba por noticias, la hatun hizo una reverencia con su vista fija en suelo.

— ¿Qué tienes por decir? — La Valide Sultan preguntó, ya estaba cansada de tanta espera.

— Gracias Allah a nacido una saludable niña mi Sultana — informó.

Suleiman asintió complacido, Mahidevran se sintió relajada por primera vez en horas y Hurrem planto en su rostro una sonrisa de alegría.

Ayse Hafsa miró a la pelirroja regocijarse, para nadie era un secreto lo que traería consigo otro Príncipe para Mevkibe. Irónico ¿no? La única cosa en que Mahidevran la primera que se convirtió en segunda y Hurrem la esclava que se convirtió en Sultana coincidieron es en su deseo de que Mevkibe no diera a luz a un niño.






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La eterna favorita || Mevkibe SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora