Capítulo 22 Mi arte

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— ¡Como se atreven! — el Sultán del mundo rugió

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— ¡Como se atreven! — el Sultán del mundo rugió.

Sucios traidores han osado a rodear su palacio, atentar contra su familia, su madre, su amada madre, su hijo Mehmed, sus pequeños polluelos, indefensos y asustados. El rostro sonrojado de cierta pelicastaña se filtró en su mente.

— Majestad debemos poner a salvo a los Príncipes y Sultanas — Ibrahim como buen consejero habló — Llevemoslos al palacio de mármol, allí estarán a salvo — el Pasha miró los carruajes a sus espaldas.

— Tienes razón — Suleiman aceptó para posteriormente volver a cabalgar.

Sin descanso, de forma directa y a gran velocidad se dirigieron al palacio de mármol, el palacio de Ibrahim Pasha y su esposa la Sultana Hatice.

— ¿Qué sucede Sultana? — el Şehzade Mustafa preguntó.

— No es nada Príncipe — Hurrem miró a los niños frente a ella con una sonrisa incómoda.

Compartía carruaje con los hijos de sus enemigas, la única que compartía su sangre ni siquiera sabe que es su madre, con amargura dejó escapar un suspiro.

Cuando el carruaje se detuvo un agha abrió la puerta, a un lado del agua Ibrahim Pasha esperaba paciente con su vista en el piso, la Sultana junto a los hijos del Sultán descendieron.

— ¿Qué e lo que pasa Pasha? — Hurrem indagó.

El hombre miró un tanto incómodo a los niños, no le parecía apropiado hablar del tema frente a ellos y como si fueran salvados por la campanada, la Sultana Hatice salió a recibirlos y como por arte de magia los niños enfocaron toda su atención en su bella tía.

— Hay problemas en la capital, los traidores intentan usurpar el castillo de su majestad — ante la informalidad Hurrem abrió sus ojos con demasía.

— Esta bien, la Sultana Hatice y yo nos encargaremos de los niños — la pelirroja asintió antes de empezar a caminar hacia Hatice.

Suleiman observó a su padre marcharse con cara de confusión, lo único que entendía es que su padre se dirige a Topkapi y a él le gustaría ir para estar con su madre. Sanem siendo la mayor tomó las pequeñas manos de sus hermanos.

— Vamos a dentro mis Príncipes y Sultanas — Hatice alentó a los niños.







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La eterna favorita || Mevkibe SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora