- ¿Quién es ella? - la joven pelirroja preguntó. Sus ojos puestos en la mujer que estaba parada en el ala de favoritas.
- Ella es Mevkibe hatun, la favorita de su majestad - dijo la kalfa en voz baja - Su majestad la adora.
***
Según datos histórico...
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Postrada sobre la cama de mis antiguos aposentos compartidos con Elif hatun miraba con impaciencia a Gulfem quien me sonreía de forma calida, a su lado Hatice sultan parecía estar igual de impaciente que yo. Cuando la partera bajó mi vestido me senté, sin pensar en la incómoda sensación entre mis piernas, la mujer que a mi parecer actuaba descarada se lavaba las manos como si no estuviéramos esperando una respuesta.
-Y bien ¿qué es lo que tiene Mevkibe hatun? - dijo en tono demandante la Sultana.
La mujer se dio la vuelta con una sonrisa en su rostro mientras secaba sus manos con una pequeña toalla.
- Allah es grande Sultana, Mevkibe hatun está embarazada - dijo la mujer asintiendo en mi dirección.
-¡Por Allah bendito! - dije con éxtasis.
- Esas son muy buenas noticias - Hatice sultan me sonrió - Mi hermano estará contento.
Con la ayuda de Gulfem me puse de pie.
- Ya quiero decirle - comenté con alegría.
- Anda ve, yo le diré a mi madre - la Sultana me concedió su permiso.
Con una reverencia salí del lugar, mis piernas se movían con velocidad a través de los pasillos, puse una mano sobre mi vientre, deseosa y ansiosa de esta nueva vida, esta nueva oportunidad.
- ¿A dónde cree que va señorita? - la voz de Kemal agha me hizo detener.
Rodé los ojos antes de voltear a verlo.
- No es de su incumbencia - le sonreí con hipocresía.
El hombre se sacudió como si estuviera teniendo escalofríos.
- Es mi trabajo, soy un eunuco del harem. Lo más interesante en este lugar es molestar a jovencitas descaradas como tu - me señaló con arrogancia.
Inhale con fuerza para después retomar mi camino, el cuerpo del molesto eunuco se hizo presente en mi enfoque visual.
- Muévete de mi camino Kemal, tengo noticias para nuestro Şehzade. Es de suma importante - me cruce de brazos.
- ¿Qué clases de noticias? - puso un dedo en su sien, como si estuviera pensando - ¡Ja! Ya sé, estas haciendo dieta, estoy seguro que no hay mejor noticia que esa. La hatun devora todo ¡está en dieta! - movió su brazo al frente mientras hablaba y posteriormente río con escándalo.
- No seas estúpido, estoy embrazada, además yo no como tanto - digo algo dudosa y el hombre vuelve a reír - Ya calla y déjame pasar.
Lo empujó de un brazo para seguir mi camino.
- ¡Buena suerte! - gritó a mis espaldas.
Con una sonrisa sobre mi rostro continué mi camino. Este nuevo bebé tendrá larga vida, así será.
