Capítulo 38 Fortuna

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Una sonrisa amable surca su rostro cada vez que alguna de las tantas mujeres del harem voltea a verla o incluso cuando se atreven hablarle

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Una sonrisa amable surca su rostro cada vez que alguna de las tantas mujeres del harem voltea a verla o incluso cuando se atreven hablarle. La Sultana sentada sobre un cojín en el suelo come la cena junto a sus hijos y Gulfem hatun. Más que amabilidad era una forma de mantener su mente ocupada.

La búsqueda de la Sultana Hurrem se mantenía activa a tal punto que en cuanto el Sultán llegó al palacio y se enteró de la noticia decidió unirse al grupo de búsqueda, en contra de los deseos de su Valide.

Por primera vez Mevkibe Sultan se siente culpable, culpable de aceptar el trato de la Sultana Madre. Sus ojos se posaron en el Príncipe Mehmed, a quien decidió traer consigo con el permiso de la Valide y de alguna forma alegrar al pequeño de todo lo relacionado con la ausencia de su madre.

— Sultana, su precencia en el harem a traído tranquilidad a las muchachas — Gulfem comentó.

— Ay Gulfem, solo espero en Allah que todo salga bien — la Sultana observó el harem — Gulnihal lleva a los pequeños a mis aposentos, es hora de que descansen — miré a la mujer sentada en una mesa aparte.

— Como ordene Sultana — Gulnihal se puso de pie.

Con aparente calma continuó degustando de los postres servidos. Había invitado a la Sultana Mahidevran pero esta declaró no sentirse bien, ante el recuerdo una sonrisa amarga se posó en su rostro, la mujer simplemente no quería compartir la mesa con ella como alguna vez lo hicieron.

El murmullo y los susurros la trajeron de vuelta a la realidad, las mujeres del harem se encontraban de pie, algunas curiosas se amontonan en la entrada al harem, con ojos curiosos la mujer volteó a ver a la gran hatun a su lado.

— ¿Qué sucede Gulfem? —

— Parece ser que han encontrado a la Sultana Hurrem — los ojos grises muestran sorpresa.

Asombrada se puso de pie, Gulfem hatun imitando su acción, sus piernas por si solas avanzaron, la multitud de jovencitas se hacían a un lado para dejar pasar a la Sultana. El Sultán con una Hurrem inconsciente en sus brazos pasó frente al harem.

El agarre amable en su mano la sacó del pasmo, dio dos palmadas sobre la mano de Gulfem antes de mirarla con una sonrisa de disculpa. La Sultana Mevkibe salió del harem siguiendo a su Sultán.

Con ambas manos sostiene el vestido mientras corretea, una mueca preocupada en su bello rostro. Sin tocar o avisar entró a los aposentos, el Padisha volteó a verla, en la cara del hombre la ira es visible. Mevkibe dio una mirada a la rusa postrada en la cama para posteriormente mirar a su amado, las palabras no fueron necesarias, con pasos rápidos se acercó al hombre envolviendo sus brazos en el torso del mismo.

— Mevkibe — el hombre soltó un suspiro profundo al sentir el cálido cuerpo de su mujer.

— Todo estará bien Suleiman, ya lo verás. Hurrem se levantará, siempre lo hace — Mevkibe no dudaba de ello.

La eterna favorita || Mevkibe SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora