Capítulo 29

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Kara:

Desperté por un rayo de sol que me daba directamente en mi cara. Me revolvi incómoda para darme la vuelta para así no sentir la luz en mi cara.

Pero no pude, para mi sorpresa había algo o en este caso alguien impidiendomelo. Esto hizo que abriera mis ojos de golpe.

Empecé a mirar hacia los lados y a escanear mi cuerpo para darme cuenta de que era Mon-El quien me impedía moverme.

Mon-El me tenía envuelta en una especie de abrazo. Una de sus manos se encontraba en la parte baja de mi vientre y la otra se encontraba arriba lo cual me impedía moverme. En otras palabras Mon-El estaba abrazando mi panza.

Pero me llevé el susto más grande y aún así el mejor de mi vida cuando Mon-El me habló al oído.

–– Buenos días hermosa.. –– Me dice Mon-El al oído con su voz ronca. Lo cual hizo que me deritiera en sus brazos.

–– Buenos días! –– Respondí dandome la vuelta, cuando el retiro sus brazos para verlo. Mon-El tenía una adorable sonrisa en el rostro y podría decir que yo también.

En eso sentí a la bebé patear. –– Buenos días para ti también mi vida. –– dije riendo mientras acariciaba mi panza.

–– A alguien le dio celos. –– Dice Mon-El haciendo lo mismo que yo pero también besando mi panza.

–– Tu crees? –– Le pregunte alzando una ceja. –– Creo que solo tiene hambre. –– Dije al sentir que se seguía moviendo.

–– Así que desde ya heredando el apetito de su madre. –– Dice Mon-El pensativo.

Yo lo golpee en el pecho por sus ocurrencias, no tan fuerte claro. –– Hey! –– Exclame mientras lo hacía. Mon-El solo río.

–– Perdón! Perdón! –– Dijo rápidamente. Ahora fui yo quien río.

–– Creo qué ya deberíamos levantarnos. –– Dije acercándome a su cara.

–– Tu crees? Yo estoy bien así, es más podría quedarme todo el día así. –– Dijo abrazándome y besando mi cabeza.

Yo solo suspire, pues Mon-El me hacía perder la cabeza, literalmente. Pero tenía que enfocarme, hoy tengo cosas que hacer.

–– Yo también lo amaría pero no podemos, tenemos cosas que hacer...–– Le recordé.

–– Tienes razón.... –– Dijo el levantándose de la cama. –– Pero primero.. –– Dijo el volviendo a la cama rápidamente comenzando a hacerme cosquillas.

–– Basta! –– Exclame riendo. –– Jajajajaja..... Mon-El!.. Para.... por favor! –– Dije con dificultad riendo fuerte.

Unos segundos después Mon-El paro. Yo respiraba agitada, tratando de recuperar el aliento.

–– Ahora si, a levantarse señorita Danvers! –– Dice Mon-El extendiendo su mano, yo la tome con gusto.

Yo fui a ducharme y Mon-El se ofreció a preparar el desayuno.

Mientras me arreglaba no podía dejar se pensar en todo lo que pasó anoche. Como todo paso tan rápido y en un abrir y cerrar de ojos Mon-El sabe todo y está bien con eso.

También no podía creer que le había pedido que se quedara y el acepto. Y solo para aclarar no, no hicimos nada anoche. Mon-El sigue casado y no es algo como que podamos ignorar. Nuestra hija no es una excusa para cometer cualquier tipo de locuras y no lo será, aunque es verdad que si es algo que nos unirá pero en cuanto a mi respecta Mon-El sigue casado y yo no puedo estar con él al menos no como yo deseo.

Karamel ~ "Ya Estoy aquí"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora